
Foto: Osvaldo Ripoll / La Gaceta
La eliminación de San Pablo del Regional Federal Amateur ante Tucumán Central, por los cuartos de final de la Región Norte, estuvo marcada por la polémica. Tras un arbitraje cuestionado, los jugadores del "Paulitano" agredieron al árbitro, y pocos días después de los graves hechos de violencia, se conocieron las sanciones.
En concreto, fueron dos los jugadores de San Pablo más afectados: César Augusto Nieva y Javier Alejandro Frías. El Tribunal de Disciplina Deportiva del Interior del Consejo Federal decidió suspender a ambos por un año.
La sanción se fundamenta en el informe del árbitro Eloy Guzmán, quien denunció que, tras el pitazo final, Nieva intentó agredirlo con golpes de puño, empujó a efectivos policiales y profirió amenazas de muerte. Por su parte, Frías, siempre según el relato de Guzzmán, agredió con una patada a un asistente, acción que motivó la inmediata intervención policial para resguardar a la terna arbitral.
Tras ser notificados, los jugadores y la institución presentaron su descargo por escrito. En ese texto reconocieron lo ocurrido, ofrecieron disculpas públicas y atribuyeron el clima de tensión a un arbitraje que consideraron perjudicial y que, denunciaron, afectó el desarrollo del partido. También remarcaron que el club había dispuesto un amplio operativo de seguridad para evitar incidentes mayores.
Sin embargo, el Tribunal sostuvo que los informes arbitrales constituyen semiplena prueba y que solo pueden ser desvirtuados mediante pruebas directas en contrario, algo que, según se expresa en el fallo, no ocurrió en este caso. Además, los jueces disciplinarios analizaron registros audiovisuales incorporados al expediente, en los que se observa el comportamiento violento, verbal y físico, de los jugadores sancionados hacia el cuerpo arbitral. Por eso la dura sanción contra ambos jugadores.
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