River se reencontró con la victoria en un escenario cargado de tensión. En el Gigante de Arroyito, el equipo de Marcelo Gallardo superó 1-0 a Racing por los cuartos de final de la Copa Argentina y cortó una racha de cuatro caídas consecutivas en distintos torneos. El gol que definió el duelo llegó apenas comenzado el partido, cuando Maximiliano Salas silenció a la tribuna de su ex club y marcó el tanto que le dio la clasificación a los de Núñez a semifinales, donde enfrentarán a Independiente Rivadavia de Mendoza.
El desarrollo del primer tiempo fue dinámico y con varias oportunidades de gol para ambos equipos. A los 5 minutos, una jugada colectiva iniciada por Marcos Acuña y continuada por Facundo Colidio terminó en la definición de Salas, que no celebró por respeto a Racing, pese a los silbidos que ya recibía desde el inicio. River pudo ampliar la diferencia, pero se topó con Cambeses, mientras que la Academia no logró quebrar la resistencia de Franco Armani.
La segunda parte tuvo menos juego y más fricción. El partido se interrumpió durante varios minutos por el humo de las bengalas, abundaron las protestas y los choques físicos, y sobre el cierre Adrián “Maravilla” Martínez vio la tarjeta roja por una agresión que dejó a Racing con diez. La tensión se trasladó al cierre, con discusiones, empujones y un clima caliente en el campo de juego.
Tras el pitazo final de Hernán Mastrángelo, la polémica continuó. Marcos Acuña fue nuevamente protagonista de cruces con rivales e hinchas, mientras Salas también se enfrentó verbalmente con jugadores de la Academia. Incluso Gallardo ingresó para separar y luego tuvo un entredicho con un hijo de Gustavo Costas. Más allá de la tensión, el Millonario logró un triunfo que significa aire fresco en un momento difícil y la chance de volver a ilusionarse en la Copa Argentina.
#RIVER
#RACING
#COPA
#ARGENTINA
#ACUÑA
#SALAS
#COSTAS