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DIA MUNDIAL DEL ACV

Seis de cada diez argentinos no saben cómo actuar ante un caso de ACV

Un estudio nacional reveló que, aunque la mayoría de los argentinos reconoce la gravedad del accidente cerebrovascular y cree que puede prevenirse, persisten grandes vacíos de conocimiento sobre cómo reaccionar frente a los síntomas. Los especialistas advierten que actuar rápido puede salvar vidas.

PorTendencia de noticias
29 oct, 2025 10:58 a. m. Actualizado: 29 oct, 2025 10:58 a. m. AR
Seis de cada diez argentinos no saben cómo actuar ante un caso de ACV

Noticias Argentinas difundió que un nuevo relevamiento nacional mostró que, si bien la mayoría de los argentinos comprende la gravedad del accidente cerebrovascular (ACV) y cree que puede prevenirse, aún existen importantes lagunas de conocimiento sobre cómo actuar frente a sus síntomas.



Siete de cada diez personas dicen saber qué es un ACV, pero solo el 38% se siente preparado para reaccionar correctamente ante un caso cercano. Además, cuatro de cada diez desconocen que el tratamiento debe iniciarse dentro de las primeras 4 horas y media para evitar secuelas graves o la muerte.



El estudio fue realizado por la consultora Voices en septiembre de 2025 a través de una encuesta online a 806 personas mayores de 16 años residentes en CABA, GBA, Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán. Analizó percepciones, conocimientos y actitudes ante una enfermedad que figura entre las principales causas de discapacidad y muerte en adultos, pero que puede prevenirse y tratarse eficazmente si se actúa a tiempo.



Ocho de cada diez argentinos reconocen estar preocupados por su riesgo de sufrir un ACV, especialmente las mujeres, los mayores de 35 años y las personas de menores recursos. Sin embargo, tres de cada cuatro aseguran que, ante un episodio, acudirían al centro de salud más cercano, frente a solo un 17% que elegiría un hospital preparado específicamente para el abordaje del ACV. Este dato se explica porque el 55% de la población cree que cualquier hospital puede atender un caso de ACV, cuando en realidad solo algunos cuentan con personal, equipamiento, medicación y protocolos adecuados.



El neurólogo Matías Alet, del FLENI y titular de la Unidad de ACV del Hospital Ramos Mejía, explicó que un ACV “es una emergencia médica tiempo-dependiente: cada minuto sin tratamiento equivale a la pérdida de dos millones de neuronas”. Por eso, subrayó que el primer reflejo debe ser llamar al servicio de emergencias o, en su defecto, dirigirse a un centro especializado, aunque no sea el más cercano.



Alet añadió que no es necesario que todos los hospitales tengan el mismo nivel de complejidad, pero sí que exista una red eficaz de derivación “para que cada persona sea trasladada en tiempo y forma al lugar correcto para recibir la atención que necesita”.



Por su parte, el Dr. Adolfo Savia, médico emergentólogo y presidente del Consejo de Emergencias de la Sociedad Argentina de Medicina, explicó que en distintas provincias como CABA, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, Salta y Tucumán se trabaja en redes colaborativas de atención del ACV, con el objetivo de que la comunidad aprenda a reconocer los signos de alarma y llame de inmediato al servicio de emergencias médicas.



Savia destacó que los médicos de estos servicios son quienes confirman el diagnóstico, estabilizan al paciente y definen el traslado al centro adecuado, activando con anticipación el protocolo hospitalario para agilizar el uso del tomógrafo y del equipo especializado, lo que permite reducir las secuelas y la mortalidad.



Falta de información práctica



Aunque el 69% de los encuestados se considera informado sobre la enfermedad, solo uno de cada tres conoce reglas o indicadores para identificar los síntomas rápidamente, como la regla FAST (Face, Arm, Speech, Time), que ayuda a reconocer la aparición súbita de signos como asimetría facial, debilidad en un brazo o dificultad para hablar.



Los síntomas más mencionados por los encuestados incluyen confusión repentina, dolor de cabeza intenso, dificultad para hablar o entender, parálisis o debilidad muscular y aumento de la presión arterial, aunque un 5% no pudo identificar ninguno.



Savia señaló que la detección precoz y el abordaje inmediato son claves para evitar la muerte y el daño neurológico irreversible, que puede traducirse en problemas del habla, la vista, la movilidad o la deglución. Explicó que el tratamiento más frecuente es con un fármaco fibrinolítico, que disuelve el coágulo en la arteria cerebral, y debe administrarse dentro de las primeras 4 horas y media desde el inicio de los síntomas.



“Cuanto antes se administre el tratamiento, mejores son los resultados”, destacó, y agregó que la rapidez en el reconocimiento y el pedido de ayuda puede ser determinante para la recuperación.



Después de ese período, aclaró, todavía existen opciones como la trombectomía mecánica, un procedimiento de cateterismo cerebral para remover coágulos grandes, aunque la complejidad aumenta y las chances de recuperación total disminuyen con el paso del tiempo.



Prevención y percepción del riesgo



El relevamiento también mostró que la mitad de los argentinos cree que las ambulancias tardan demasiado y un 38% considera más rápido trasladarse por cuenta propia, decisiones que pueden agravar el cuadro clínico.



A pesar de la falta de información práctica, el 90% de los encuestados cree que es posible recuperarse si el ACV se trata a tiempo, lo que refleja una esperanza fundada, aunque no siempre acompañada por conductas adecuadas: seis de cada diez personas no sabrían cómo actuar ante un caso cercano.



En materia de prevención, el 77% considera que puede evitarse mediante chequeos médicos periódicos (71%), control del estrés (70%), actividad física (64%), descanso adecuado (57%) y alimentación saludable (56%). Sin embargo, los jóvenes y los sectores de menores ingresos siguen siendo los menos informados y preparados.



Este miércoles, en el marco del Día Mundial del ACV, se realizará una actividad de concientización en Buenos Aires, en Diagonal Sáenz Peña y Cerrito, frente al Obelisco, de 10 a 17 horas. Habrá un reloj gigante que simbolizará la importancia del tiempo y una cabina interactiva para grabar mensajes de concientización que serán compartidos en redes sociales, además de folletería informativa.



El Dr. Alet concluyó que es necesario “transformar la conciencia en acción” y sostuvo que no alcanza con saber que el ACV es grave o que la vida saludable es importante: hay que aprender a identificarlo y actuar en cuestión de minutos. Advirtió que “de poco sirve mejorar la atención médica si la población no reconoce los síntomas ni llama rápido a la ambulancia: se pierde tiempo irrecuperable, y tiempo es cerebro”.

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