
La mañana de este jueves estuvo marcada por un episodio de tensión en los tribunales penales de Tucumán. La joven periodista LP (su nombre se mantiene en reserva por razones legales), que denunció a los ex jugadores de Vélez por una presunta violación grupal ingresó sola y visiblemente alterada a las oficinas de las fiscalías, irrumpiendo entre gritos y en un profundo estado de angustia, según relataron testigos que se encontraban en el edificio.
Ante la situación, la fiscal Adriana Reinoso Cuello, responsable de la investigación que ya supera el año de trámite, decidió recibirla de inmediato junto a la secretaria de la Fiscalía, Cinthia Bono.
Según reconstruyó Tendencia de Noticias, la denunciante expresó, entre llantos, que se sentía desprotegida frente a recientes publicaciones realizadas por un sitio web, que difundió fragmentos de la ampliación de denuncia presentada por el jugador de Central Córdoba, José Florentín, acompañado por los abogados Camilo Atim y Florencia Abdala. El portal también difundió extractos de documentación perteneciente al expediente judicial.
“No me protegen, no me cuidan”, habría dicho la joven al ingresar al despacho de la fiscal, donde más tarde también se presentaron sus abogados, Patricio Chard y Franco Venditti, convocados de urgencia por la funcionaria ante el estado en que se encontraba su clienta. Minutos después, llegó también el padre de la denunciante.
En medio de la crisis emocional, la joven cuestionó que se permitiera la divulgación pública de conversaciones privadas y de información proveniente de un expediente que se tramita bajo reserva. También rechazó con firmeza nuevas hipótesis planteadas por la defensa del futbolista, que -según denunció— buscan desacreditarla.
“Mis lesiones eran reales. Yo no inventé nada”, expresó, según reconstruyeron fuentes al tanto de lo ocurrido.
El momento más crítico del encuentro se produjo cuando la joven, en un tono desesperado, expresó ideas vinculadas al daño autoinfligido, lo que encendió todas las alarmas en la oficina fiscal. Según trascendió, hace semanas ya se habrían registrado episodios previos de similar gravedad, incluso uno en su ámbito laboral.
Frente a esta situación, la fiscal Reinoso Cuello le pidió calma y aseguró que la investigación continúa avanzando dentro de los plazos y procedimientos judiciales vigentes, adelantando que habrá definiciones en las próximas semanas.
La joven finalmente se retiró de Tribunales más tranquila, acompañada por sus abogados y por su padre.