DIMES Y DIRETES
Escándalo sobre ruedas: el Congreso de La Libertad Avanza y los infames colectivos fantasma
Entre discursos libertarios y acusaciones de movilización encubierta, el primer Congreso de La Libertad Avanza Tucumán dejó más que propuestas: dejó chispas. Unos vieron militantes acarreados; otros, simples colectivos estacionados en su trabajo. La polémica, como siempre, llegó por redes… y se fue cargada de ironías.
Por Tendencia de noticias
La Libertad Avanza Tucumán realizó este jueves su primer Congreso Provincial con miras a las elecciones legislativas del 26 de octubre, cuando los tucumanos elegirán cuatro representantes en la Cámara de Diputados de la Nación. El magno mitin libertario, que se realizó en un salón de eventos de Banda del Río Salí, fue presidido por el vicejefe de Gabinete del Interior de la Nación y líder de esa fuerza en nuestra provincia, Lisandro Catalán, y no pasó desapercibido. Claro, con tanto brillo libertario, era imposible que el resto del arco político tucumano no se sintiera “inspirado” para opinar y criticar.
La polémica no tardó en aparecer: varios colectivos fueron vistos estacionados frente al lugar, y desde el oficialismo, siempre atentos al más mínimo movimiento ajeno, no perdieron la oportunidad de insinuar que los libertarios habían organizado una movilización. Porque, ya se sabe, nada grita más “libertad” que un colectivo lleno de militantes acarreados desde toda la provincia a puro cántico y vianda.
Sin embargo, los críticos del partido del presidente Javier Milei pasaron por alto un “pequeño” detalle: Justo al lado del salón donde se hizo el acto funciona una empresa de transporte público, El Tandilense. “Sí, resulta que los choferes de los colectivos tienen la mala costumbre de estacionar donde trabajan. Inaudito, ¿Verdad?”, comentó, con aguda ironía, un dirigente libertario que salió al cruce de las acusaciones.
Las redes sociales, cuándo no, se sumaron al festín, con fotos de los vehículos y teorías conspirativas de financiación encubierta. Una especie de thriller político, pero con menos presupuesto y más Photoshop.
Desde el bando libertario no se quedaron callados. Un allegado de Catalán lanzó con sutileza quirúrgica: “¿Qué se puede esperar de un burro…?”. Diplomacia pura. Otro dirigente del este provincial, visiblemente ofendido por la insinuación, aclaró: “No todos somos de su calaña. Vinimos a cambiar la política”. Y, por si hacía falta, añadió que quienes asistieron desde otras zonas lo hicieron en vehículos particulares.
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