
La Liga Tucumana de Fútbol decidió suspender los descensos de la Primera División “A” para la temporada 2025, lo que llevará a que la próxima edición cuente con 44 equipos, una cifra inédita en la historia del certamen local. La resolución fue tomada por el Comité Ejecutivo y publicada oficialmente, bajo el argumento de que tres clubes —Alto Verde, Atlético Concepción y Sportivo Trinidad— aún tienen en trámite su regularización jurídica, situación que “impulsa a no beneficiar ni perjudicar a ninguna institución afiliada”.
De esta forma, quedaron sin efecto los cuatro descensos previstos por el reglamento general de torneos. En cambio, los ascensos desde la categoría “B” se mantendrán, lo que incrementará la cantidad de participantes en la elite tucumana. La resolución se dictó “ad referéndum” de la Asamblea de la LTF, aunque ya fue aceptada por las instituciones afiliadas, que deberán acatarla bajo apercibimiento de sanción.

La medida generó sorpresa y descontento en el ambiente futbolero, ya que el torneo local viene atravesando serias dificultades económicas y organizativas. En los últimos cuatro años solo se registraron dos descensos (en 2022), lo que contribuyó a un crecimiento desmedido del número de clubes en Primera.
Además, los repechajes programados quedaron suspendidos: Sportivo Guzmán vs. Alto Verde, Santa Rosa vs. Santa Lucía FC, Atlético Concepción vs. San José y La Providencia vs. Sportivo Trinidad no se disputarán. En esos cruces se definían las plazas de permanencia, y la cancelación reavivó sospechas sobre un trasfondo institucional más profundo. Lo cierto es que, mientras los clubes intentan sostenerse en medio de la crisis, el fútbol tucumano vuelve a quedar atrapado en un entramado donde las decisiones dirigenciales pesan más que los resultados deportivos.

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