
El fútbol sudamericano atraviesa horas de profundo impacto tras conocerse el fallecimiento de Mario Pineida, integrante del plantel de Barcelona de Guayaquil. El defensor, de 33 años, perdió la vida luego de un ataque armado ocurrido en el norte de la ciudad, en un contexto marcado por la escalada de violencia que atraviesa el país. La noticia fue confirmada por la propia institución y generó una inmediata reacción de consternación tanto a nivel local como internacional.
Pineida transitaba su segunda etapa en el club amarillo, al que había regresado en 2023 luego de su paso por el fútbol brasileño. Con una extensa trayectoria en la entidad, acumuló más de doscientos encuentros oficiales, aportó goles y asistencias desde el lateral y celebró títulos nacionales que lo convirtieron en un nombre identificado con la camiseta. Durante la presente temporada había iniciado como pieza importante del equipo e incluso asumió responsabilidades de liderazgo, aunque su participación fue disminuyendo con el correr del calendario.

El club expresó su dolor a través de un mensaje institucional en el que lamentó la pérdida y acompañó a la familia del futbolista en este momento de duelo. Las muestras de pesar se multiplicaron rápidamente: ex equipos, colegas y entidades del fútbol sudamericano se sumaron a los mensajes de apoyo, recordando su profesionalismo y su recorrido tanto en el ámbito local como en la selección ecuatoriana, con la que disputó partidos oficiales y amistosos internacionales.
Mientras avanza la investigación para esclarecer el hecho, el caso vuelve a poner el foco sobre la delicada situación de seguridad que vive Ecuador. El asesinato de Pineida se suma a otros episodios recientes que golpearon al deporte en el país y profundizan la preocupación. En medio del dolor, el fútbol despide a un jugador de carrera sólida y a una figura respetada dentro y fuera de la cancha.

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