
La posibilidad de vivir más tiempo es uno de los logros colectivos más extraordinarios de la humanidad. Así lo destaca el plan para la Década del Envejecimiento Saludable (2020-2030) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, sin embargo, advierte que en la actualidad persiste una marcada inequidad en la longevidad según los grupos sociales y económicos.
En un informe al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, se remarca que, entre los lineamientos para mejorar la vida de las personas a medida que envejecen, se encuentra el acceso a vacunas esenciales. Estas brindan protección frente a enfermedades infecciosas, son seguras, eficaces y están disponibles. En la misma línea, el Manual de Autocuidado de la Persona Mayor en la Década del Envejecimiento Saludable, elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, subraya el rol central de la inmunización en esta etapa de la vida.
La médica Inés Morend, especialista en medicina interna, terapia intensiva y nueva longevidad, explicó que la vacunación ha demostrado durante el último siglo y medio su impacto como modificador de la expectativa y la calidad de vida. Señaló que adquirir vacunas en los momentos de mayor vulnerabilidad inmunológica —en los primeros cinco años de vida y luego de los 50— favorece la generación de anticuerpos frente a enfermedades que deterioran la salud y asegura que, ante el contacto con esos virus, no se pierdan ni calidad de vida ni posibilidades de sobrevida.
Morend advirtió que las infecciones respiratorias son las que generan mayor impacto en edades avanzadas, no sólo porque ponen en riesgo la vida, sino porque afectan el funcionamiento del organismo incluso después de superarlas. Explicó que con el avance de la edad disminuye la calidad del sistema de defensa de las mucosas del aparato respiratorio, lo que reduce la saturación de oxígeno y provoca sufrimiento celular. En ese contexto, el cuerpo prioriza el aporte de oxígeno a órganos vitales como el corazón, los pulmones y el cerebro, en detrimento del músculo y del aparato digestivo, lo que explica por qué muchas personas mayores quedan más débiles o frágiles tras una infección respiratoria.
Influenza y Covid: impacto cardiovascular
Una revisión de 155 estudios científicos publicada a fines de octubre en el Journal of the American Heart Association concluyó que las infecciones por influenza y Covid-19 multiplican entre tres y cinco veces el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular (ACV) en las semanas posteriores a la enfermedad.
Los investigadores señalaron que aumentar las tasas de vacunación contra la gripe, el Covid-19 y el herpes zóster podría disminuir la incidencia general de infartos y ACV.
De hecho, una revisión de evidencia previa mostró un 34% menos de eventos cardiovasculares graves entre las personas vacunadas contra la gripe en comparación con quienes no recibieron la vacuna.
En ese sentido, Morend enfatizó que el compromiso de los equipos de salud con la vacunación en esta etapa de la vida es esencial y sostuvo que los médicos que atienden a pacientes adultos, especialmente mayores de 50 o 60 años, deben priorizar la vacunación antigripal y antineumocócica, del mismo modo que controlan la presión arterial durante la consulta.
Vacunación en Argentina
En Argentina, la vacuna antigripal forma parte del Calendario Nacional de Vacunación, por lo que se aplica de manera gratuita a la población priorizada, con el objetivo de reducir complicaciones, hospitalizaciones y mortalidad.
Para las personas mayores de 65 años, el calendario incluye la vacuna antigripal adyuvantada, diseñada para generar una respuesta inmunológica más robusta. Además, desde la temporada 2025, esta formulación también se encuentra disponible en el ámbito privado para personas mayores de 50 años.
Hacia un envejecimiento saludable
La OMS advierte que la cantidad de personas mayores de 60 años continúa en aumento y estima que para 2050 habrá más del doble de adultos mayores que niños menores de 5 años. En ese marco, Morend remarcó que expectativa de vida no equivale necesariamente a expectativa de salud, y subrayó la importancia de tomar conciencia de que es posible envejecer de manera saludable.
Según la especialista, la vacunación es uno de los cuatro pilares fundamentales para vivir más y mejor, junto con una alimentación saludable, la actividad física regular y el fortalecimiento de los vínculos sociales. A estas medidas se suman no fumar, limitar el consumo de alcohol, mantener controlados los valores de presión arterial, glucemia y lípidos, dormir adecuadamente y manejar el estrés.
La médica destacó además que Argentina cuenta con uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo y que está demostrado que la vacunación contra la gripe y la neumonía reduce en un 20% la probabilidad de desarrollar demencia en personas vacunadas.
Quiénes deben vacunarse contra la gripe
La vacuna antigripal previene cada año millones de enfermedades y consultas médicas asociadas a esta infección. Cuando los virus incluidos en la vacuna coinciden con los virus en circulación, se ha demostrado que reduce entre un 40 y un 60% el riesgo de requerir atención médica por influenza.
El Calendario Nacional de Vacunación establece la aplicación obligatoria y gratuita para los siguientes grupos:
Personas mayores de 65 años.
Personal de salud.
Embarazadas, en cualquier trimestre de la gestación.
Puérperas hasta 10 días posteriores al parto, si no fueron vacunadas durante el embarazo.
Niños de 6 a 24 meses, con dos dosis para quienes la reciben por primera vez.
Personas con factores de riesgo, como obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias o cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, enfermedades oncohematológicas, trasplantes y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, entre otros.