Myriam Hernández tuvo su noche de “dulce amor” en Tucumán

Por José Romero Silva.- En Tucumán, Myriam Hernández volvió a sentir el amor incondicional que la une a esta tierra. No renovó votos con su exmarido Jorge Saint-Jean —de quien se separó recientemente y a quien ya dejó atrás en más de una canción—, sino con su público. Ese amor fue el que se volvió a sellar anoche, en un show vibrante que comenzó con cierto retraso debido a los tradicionales tardíos que aún buscaban sus butacas mientras ya se apagaban las luces.

“La dama de la canción romántica” abrió la noche con un himno: El hombre que yo amo. Bastaron los primeros acordes para que nadie quisiera moverse de sus asientos. El teatro explotó en coros, luces de vinchas, carteles caseros y flores que, de a poco, comenzaron a llegar hasta sus pies. Le siguió Te pareces tanto a él, y desde allí empezó a presentar algunas de sus canciones nuevas, que fueron recibidas con entusiasmo, y por momentos, con un silencio tan respetuoso como emotivo.

Pasadas varias canciones, la artista se tomó un momento para hablar con el público.

“Esta es una provincia y una ciudad con la que tengo un amor incondicional”, dijo desde el escenario, conmovida. Fue interrumpida entonces por una niña, Elena, que se acercó a entregarle un obsequio. Fue el primero de varios regalos espontáneos que la cantante recibió durante la noche.

La pequeña Elena con su cantante preferida.

Foto: Teatro Mercedes Sosa

Uno de los puntos más altos del show llegó con Quiero saber, una interpretación con un despliegue visual potente, entre luces y pantallas, que puso al teatro en modo espectáculo total. Pero también hubo momentos de recogimiento: acompañada solo de piano y violines, cantó Se me fue, generando lágrimas y suspiros en la platea.

Sobre el final, Hernández ofreció un homenaje que quedó grabado en la memoria colectiva del teatro: cantó Zamba para olvidarte, en honor a Mercedes Sosa. “Este teatro es muy especial, lo adoro y lo siento como mi casa. Quiero por eso regalarles esta canción de alguien maravillosa, que admiro profundamente. Humildemente, quiero hacer este homenaje a Mercedes Sosa”, dijo, y la emoción fue inmediata. La versión fue aplaudida de pie por todo el auditorio, como respuesta y como devolución a la artista por atreverse a interpretar con respeto a quien tantas veces le cantó a Violeta Parra.

ACUSTICO: Para homenajear a Mercedes Sosa.- Foto: Teatro Mercedes Sosa.

El cierre fue una celebración colectiva. Las canciones más esperadas aparecieron una a una: Herida, Eres, Dónde estará mi primavera y Peligroso amor. Desde el escenario, entre flores blancas, Myriam selló nuevamente su vínculo con Tucumán.

Un amor dulce, tan dulce como la caña de azúcar que rodea esta provincia. Un amor que no se marchita.

Foto: Teatro Mercedes Sosa.-

La fan menos esperada

Minutos antes de que comenzara el show de Myriam Hernández, una persona se llevó una ovación unánime al ingresar al teatro y tomar asiento. Se trataba de la intendenta Rossana Chahla, quien llegó acompañada por su esposo, Marcelo San Pedro.

Algunas seguidoras de la cantante, especialmente las que estaban cerca, no dudaron en tomarse fotos con ella.

Su presencia, que ya no había pasado desapercibida al entrar, cobró aún más protagonismo al finalizar el espectáculo: muchos se acercaron a saludarla y pedirle una selfie. Entre el público, no faltó quien llevara un cartel con la palabra “Reina”, un apodo que Chahla suele usar en sus salidas y encuentros con vecinos, y que frecuentemente aparece en los virales de TikTok.

Tampoco pasó inadvertido el reclamo de algunas vecinas que, entre bromas y deseos, le pedían a su esposo que la dejara postularse para la gobernación: “Ella dice que usted no la deja”, le reclamó una señora que llevaba una remera con la imagen de la cantante chilena.

Por lo que se pudo ver, Chahla disfrutó del show: grabó varios momentos del espectáculo y se mostró emocionada, abrazada a su marido durante las canciones más románticas, algunas incluso coreadas al oído. Esas que hablan del amor...