Transcurrieron 22 años, todos ellos bajo administraciones de tinte justicialista, para que finalmente se hayan efectuado los trabajos de mantenimiento y refacción de la Balsa La Niña, que en la jornada de este viernes volvió a ser ensamblada y colocada en las aguas del Dique El Cadillal para su funcionamiento, de una forma más compleja, tras ser reparada a lo largo de los últimos tres meses.
Las mejoras instrumentadas se basan en el reemplazo de los motores a explosión por motores eléctricos, que son más eficientes y menos contaminantes, garantizando el suministro de agua potable en calidad y cantidad durante los próximos 15 años. La inversión también incluye la adquisición de una bomba importada que triplica la potencia de la anterior, pasando de 2.000 a 6.000 metros cúbicos por hora.
Cabe destacar que, en el mes de julio, fue extraída por primera vez, después de más de 20 años, para ser sometida al mantenimiento que le permitirá operar durante los meses de sequía.
Del evento participó el gobernador Osvaldo Jaldo junto al titular de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), Marcelo Caponio, el ministro de Obras y Servicio Públicos, Marcelo Nazur; el interventor del Ente único de control y regulación de los servicios públicos provinciales de Tucumán (ERSEPT), Ricardo Ascárate; el secretario de Producción, Eduardo Castro; legislador, Tulio Caponio; el delegado de El Cadillal, Dante Delgado y el propietario de la empresa donde se reparó la balsa, Eduardo Di Bacco.
"Después de 22 años, hemos decidido realizar una renovación integral de la balsa, incorporando tecnología de punta para mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental", afirmó el Gobernador y destacó la reparación y modernización de la balsa que bombea agua desde El Cadillal a San Miguel de Tucumán y su área metropolitana.
El Primer Mandatario resaltó que, a pesar de las dificultades económicas del país, su gestión ha priorizado la mejora de los servicios esenciales para la calidad de vida de los ciudadanos. "En solo un año de gestión hemos logrado transformaciones significativas, pero somos conscientes de que aún falta mucho por hacer", concluyó.
"Esta balsa sintetiza el antes y el después de la situación de los servicios de agua en la provincia. Cuando asumimos la gestión, la balsa presentaba graves problemas de flotabilidad y de motores desarmados. Estaba fuera de servicio, y eso generaba serias complicaciones en el abastecimiento de agua, sobre todo en verano", afirmó Caponio.
En cuanto al cronograma de trabajo, el presidente de la SAT adelantó que el proceso de montaje de la balsa comenzaría ese mismo día, con el objetivo de devolverla al dique de El Cadillal para completar la instalación de la bomba y el sistema de electrificación. "Si todo marcha bien, la balsa podría comenzar a operar nuevamente la semana próxima, ofreciendo a los tucumanos un servicio mucho más eficiente", agregó.