Según Noticias Argentinas los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África) advirtieron que el cólera continúa siendo el principal problema de salud pública en el continente en términos de número de casos y muertes.
Un total de 23 países africanos afectados por el cólera han reportado 239.754 casos y más de 5.274 muertes desde principios de este año, con una tasa de letalidad del 2,2 %, informó Yap Boum II, subdirector de incidentes para el mpox (viruela símica) en los CDC de África, durante una conferencia de prensa virtual ofrecida la noche del jueves.
Los datos de esta agencia especializada de la Unión Africana muestran que la cifra de muertes por cólera registrada en lo que va de 2025 ya ha superado el total reportado en todo 2024, que fue de 4.725 fallecimientos.
“Esto es mucho más alto que lo que tuvimos en 2024 en términos de número de muertes. Un total de 23 países están actualmente afectados, lo que pone de relieve la necesidad de un enfoque multisectorial más sólido”, señaló Boum II.
Los CDC de África también alertaron sobre el aumento de las emergencias de salud pública en todo el continente. En lo que va de 2025, África ha reportado más de 166 eventos sanitarios clasificados como de riesgo moderado o alto.
“El número de eventos de salud pública de riesgo alto y moderado sigue aumentando. Con la tendencia actual, esperamos tener muchos más que en 2024.
Esto es el resultado de varios factores, entre ellos el cambio climático y la crisis que estamos viendo en Sudán, que ha influido en la rápida propagación del cólera en Sudán, Chad y Sudán del Sur”, agregó Boum II.
El cólera es una infección diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados. Provoca diarrea acuosa intensa y deshidratación grave, y puede ser mortal en cuestión de horas si no se trata adecuadamente.
La falta de acceso a agua potable y segura sigue siendo la principal causa de los brotes recurrentes de cólera en África, situación que se ve agravada por los conflictos armados, la inestabilidad social y la presión constante sobre los sistemas de salud pública, mientras el continente enfrenta múltiples crisis sanitarias de manera simultánea.