El fallo contra Google se conoció esta semana en un tribunal de San Francisco, donde se probó que la compañía recopiló datos de millones de personas durante ocho años, incluso cuando habían desactivado las opciones de rastreo en sus cuentas. La demanda colectiva, presentada en 2020, denunció que el buscador obtenía información a través de servicios vinculados como Google Analytics, usados en aplicaciones como Uber e Instagram.
El jurado encontró culpable a la firma de dos de las tres acusaciones por violación a la privacidad, aunque determinó que no actuó con malicia. Según se detalló, el caso involucra a unos 98 millones de usuarios y a 174 millones de dispositivos. Los demandantes reclamaban más de 31.000 millones de dólares, pero finalmente la sanción se fijó en 425 millones.
Durante el juicio, la defensa de Google sostuvo que los datos eran “no personales, seudónimos y almacenados en ubicaciones seguras y cifradas”. Pese a este argumento, el juez Seeborg dio lugar al reclamo de los usuarios y estableció la millonaria sanción.
En paralelo, la compañía logró un fallo favorable en otra causa: el juez Amit Mehta rechazó la solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) para que Google se desprenda de su navegador Chrome, acusado de prácticas monopólicas. Sin embargo, la empresa deberá cumplir condiciones, como la prohibición de firmar acuerdos exclusivos de búsquedas web o exigir la preinstalación de aplicaciones como Google Play en dispositivos móviles.