
La campaña azucarera 2025 en la provincia de Tucumán mostró su mayor dinamismo durante la etapa central de la zafra, período en el que se procesó el volumen más significativo de materia prima. Según los datos técnicos recabados por la "Sección Sensores Remotos y SIG de la EEAOC", el ciclo se caracterizó por una fuerte concentración geográfica en la llanura tucumana, destacándose los departamentos de Leales, Cruz Alta y Simoca como los territorios con los mayores porcentajes de superficie cosechada. Esta etapa, denominada como el período "Intermedio", logró captar la atención del sector al representar casi la mitad del progreso total de la campaña, consolidando una tendencia de recolección sostenida entre el otoño y la primavera tucumana.
El informe detalla que los resultados obtenidos indican que la zafra azucarera 2025 concluyó con resultados históricos: se cosechó prácticamente el 100% de la superficie plantada con caña de azúcar, alcanzando las 301.770 hectáreas en Tucumán y zonas limítrofes de Santiago del Estero y Catamarca.
El análisis temporal del reporte, elaborado por los especialistas Carmina Fandos, Pablo Scandaliaris y Javier I. Carreras Baldrés, permite observar que la zafra 2025 inició su actividad en la "1° quincena de abril" y extendió sus labores hasta la "1° quincena de noviembre". Durante estos siete meses, la distribución de la cosecha se fragmentó en cuatro momentos clave que determinaron el ritmo de la industria:
Período Inicial (abril-junio): Representó el 32% del total.
Período Intermedio (julio-septiembre): Fue el más voluminoso, alcanzando el 48% de la superficie.
Período Final (septiembre-octubre): Aportó un 16% a la estadística.
Período Tardío (octubre-noviembre): Registró un cierre marginal del 4%.

Desde una perspectiva geográfica, el mapa de "Períodos de cosecha" incluido en el documento ilustra cómo la recolección avanzó de manera heterogénea por la provincia. Los departamentos del este y centro-sur fueron los pilares de la temporada. Específicamente, el gráfico de "Departamentos" posiciona a Leales como la jurisdicción con mayor actividad, seguida de cerca por Cruz Alta y Simoca, áreas que mostraron una predominancia de lotes cosechados en las fases inicial e intermedia. Otros distritos como Burruyacu, Monteros y Chicligasta también realizaron aportes de relevancia, aunque en menores proporciones comparativas.

El informe destaca que la campaña se desarrolló en un contexto ambiental favorable para el desarrollo de la cosecha, sin lluvias que interrumpieran la molienda ni heladas severas. Estos factores, sumados el inicio temprano de la zafra y a la usencia de interrupciones de molienda en las plantas, permitieron procesar toda la caña disponible.

Para obtener estos resultados, la institución aplicó un riguroso "Procedimiento de análisis" basado en el uso de sensores remotos, lo que permitió una precisión cartográfica sobre la evolución de la zafra. El relevamiento satelital, realizado con imágenes multitemporales de los satélites Sentinel-2 (A, B y C), permitió monitorear la evolución de la campaña entre mayo y noviembre. La cosecha comenzó el 10 de abril y finalizó el 8 de noviembre.