
Después de una profunda crisis que llevó al abandono o reconversión de miles de hectáreas de limón en Argentina y muy especialmente en Tucumán, el sector comienza a registrar señales positivas de recuperación. La caída en la oferta del hemisferio norte por problemas climáticos en países como Turquía y España generó precios más firmes y mayor demanda de fruta fresca e industrial proveniente del hemisferio sur, entre ellos nuestro país y Sudáfrica.
José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus-foto inferior), expresó un “prudente optimismo respecto al limón”. “La caída de producción del hemisferio norte nos abre algunos mercados y nos da la posibilidad de aumentar algunos volúmenes. Esto también vale para todos los derivados industriales”, afirmó.

El directivo recordó que desde 2019 el cultivo atravesó “una larga noche” por sobreoferta mundial: en lo que va del siglo la producción global de limón se duplicó, pero la demanda no acompañó el mismo ritmo. “Hubo una fuerte caída de precios mundiales, producida básicamente porque se duplicó la producción de limón en lo que va del siglo y no se duplicó la demanda”, explicó Carbonell, en declaraciones reproducidas por el diario La Nación.
Esa presión llevó a la pérdida de 13.000 hectáreas en los últimos años. Solo en Tucumán, según datos geoespaciales del INTA Famaillá, la superficie pasó de 51.972 hectáreas en 2021 a 42.317 en 2024 y se estima que para la campaña 2025 bajará a 39.040 hectáreas, lo que representa una reducción cercana al 25 % en cuatro años.
Sin embargo, los números de comercio exterior de 2025 muestran una reversión. Hasta el momento se exportaron 216.548 toneladas de limón fresco, 27 % más que en igual período del año anterior, por un valor de 141,9 millones de dólares (+43 %). En jugo de limón, los primeros seis meses del año registraron ventas por 87 millones de dólares, con un alza interanual del 14 %.
Un acuerdo con Estados Unidos que estableció precios mínimos para evitar aranceles adicionales llevó la cotización del jugo por encima de los 2000 dólares la tonelada y contagió al resto de los mercados. “Lo que más ha mejorado es el jugo”, señaló Carbonell, quien también destacó una recuperación más moderada en el aceite esencial.
Lo que viene
Ante este panorama, algunos productores que habían reducido o abandonado plantaciones evalúan retomar la actividad. “Algunos que achicaron sus plantaciones intenten volver, pero con programas cuyos resultados se ven recién en el próximo diseño”, indicó el titular de Federcitrus. El principal obstáculo es la escasez de plantas en los viveros: “Hubo una caída brutal de la oferta de plantas de limón y hoy tenés que encargarlas para el año que viene”.
Carbonell consideró factible que el país vuelva a los volúmenes históricos de exportación de citrus frescos, que rondaban las 280.000 a 300.000 toneladas anuales hasta hace cuatro años.
Para el próximo verano, en tanto, la oferta local será ajustada. “Para el verano estamos viendo muy poca fruta de limón. Es un año que va a ser pobre; vamos a estar con poca oferta y seguramente con algunas importaciones”, anticipó. Ya ingresó limón desde Chile y no se descarta que continúen los envíos. “No creo que falte, pero no va a sobrar. Va a estar justo”, concluyó.