Un fallo decisivo y un triunfo discutido: Racing se impuso en Liniers ante Vélez

Racing dio un paso importante en los cuartos de final de la Copa Libertadores al imponerse 1-0 sobre Vélez en el estadio José Amalfitani, en un duelo cargado de tensión, polémicas arbitrales y un clima caliente en las tribunas. El único tanto de la noche lo convirtió Adrián “Maravilla” Martínez al inicio del complemento, en un partido que terminó marcado por las intervenciones del VAR.

El Fortín había sido más claro en la primera parte, generando varias chances y obligando a lucirse a Facundo Cambeses. Sin embargo, todo se modificó a los 43 minutos, cuando Lisandro Magallán recibió la segunda amarilla y dejó a Vélez con un hombre menos. Esa expulsión torció el rumbo del partido y condicionó al equipo de Guillermo Barros Schelotto para el resto del encuentro.

En el segundo tiempo, la Academia aprovechó el jugador de más y encontró la ventaja con el oportunismo de Martínez, un goleador con un olfato gigante. Minutos después, Aarón Quirós sacudió la noche con una volea espectacular que parecía darle el empate al local, pero la acción fue anulada por indicación del VAR, que detectó que la pelota había salido por la línea de fondo en el tiro de esquina previo. La decisión desató un vendaval de protestas en Liniers y dejó instalada la duda sobre si realmente el balón había cruzado toda la línea de cal, porque se usó una sola cámara.

La polémica no terminó allí: el árbitro Wilton Sampaio expulsó en primera instancia a Juan Nardoni, pero tras revisar la jugada en el monitor revirtió su fallo y dejó a Racing con once. Entre sanciones cambiadas y reclamos desde ambos bancos, el partido se tornó frenético. Vélez, con empuje y orgullo, generó ocasiones claras hasta el final, incluida una atajada clave de Cambeses sobre el cierre ante un disparo de Matías Pellegrini.

Con esta victoria, Racing llega con ventaja al duelo de vuelta que se jugará el martes 23 de septiembre en el Cilindro de Avellaneda, donde buscará sellar el pase a semifinales. Vélez, en tanto, quedó golpeado por la derrota y las decisiones arbitrales, pero demostró carácter y dejó la serie abierta, prometiendo un desquite con sabor a revancha.