“Mi sueño era dirigir este club y lo cumplí, aunque duele quedar afuera así”: Mariano Campodónico vivió una fantasía a costa de quedar eliminado

Con la bronca a flor de piel y la voz entrecortada, Mariano Campodónico enfrentó los micrófonos tras la eliminación de San Martín en el Reducido de la Primera Nacional. El Santo empató 0-0 ante Deportivo Morón y quedó fuera por la ventaja deportiva, en un partido condicionado por la expulsión temprana de Murillo. “Mucha tristeza, mucha bronca. Mis jugadores se vaciaron, tiraron todo. Jugaron casi 70 minutos con un hombre menos y eso no es fácil. Cuando uno deja todo, se va tranquilo a su casa”, expresó el técnico.

Consultado por las polémicas arbitrales, Campodónico fue medido, aunque no ocultó su disconformidad. “No fue parejo. Estaba en línea con la jugada y creo que no hubo infracción. Faltando poco también hubo una falta sobre el ‘Turbo’ que no cobraron, y otra sobre Pino. No desconfío del árbitro, porque lo conozco, pero 11 contra 11 el resultado podría haber sido otro”, señaló, sin buscar excusas pero dejando en claro su postura.

El entrenador también analizó la temporada, marcada por altibajos e infortunios. “Quedando afuera, es negativa. Hubo muchos inconvenientes, tratamos de encontrar la vuelta y las cosas no salieron. Me hago cargo de lo que me corresponde, pero hasta la expulsión el equipo estuvo bien. Morón no tuvo situaciones claras y nosotros, con uno menos, igual fuimos a buscarlo”, aseguró.

Campodónico también explicó su propia expulsión, reconociendo un intercambio con el cuarto árbitro. “No insulté a nadie. Le dije que estaba equivocado, nada más. Es un chico joven, recién empieza, y quizá no estaba preparado para un partido tan caliente como este”, comentó. Sobre su continuidad, fue cauto: “Tengo contrato por un año más. Si la dirigencia decide otra cosa, me lo harán saber. Mi sueño era dirigir este club y estoy feliz por eso”.

Finalmente, dejó un mensaje para los hinchas. “Saben lo que siento por este club. Los chicos dejaron todo, se vaciaron, y sólo puedo pedirles disculpas porque el sueño era jugar el año que viene en Primera y no se dio. Hoy el dolor es grande, pero también el orgullo por cómo compitieron”, cerró un Campodónico visiblemente golpeado, pero firme en su compromiso con San Martín.