Se elevó a la Legislatura de Tucumán un proyecto de Resolución que, de concretarse en sus objetivos, puede llegar a ser crucial para el futuro económico de la provincia. La iniciativa, planteada por el Vicepresidente Segundo de la Cámara, Alfredo Toscano (Compromiso Tucumán - foto inferior-), insta al Poder Ejecutivo Provincial a iniciar estudios preliminares de factibilidad técnica y ambiental con la finalidad de detectar el potencial geológico de las tierras raras en el territorio tucumano.
El proyecto apunta directamente a la identificación y eventual explotación de estos materiales críticos, priorizando una zona de gran interés: Las Cumbres Calchaquíes. Específicamente, se busca realizar estudios que permitan detectar anomalías químicas de tierras raras en rocas del basamento ígneo-metamórfico de la provincia.
Este esfuerzo geológico está centrado en la zona noroeste de Tucumán. La realización de estos estudios es vista como un paso fundamental que permitirá proyectar una explotación a escala de los recursos naturales de la provincia.
Para asegurar la viabilidad de futuras inversiones, el proyecto exige que los estudios preliminares incluyan datos de ley, volumen, continuidad geológica y, en su caso, plan de explotación concreta. La meta a largo plazo es convertir el potencial geológico en una oportunidad real para captar capital. El documento subraya la necesidad de que Tucumán obtenga registros actuales en bases de datos públicos e informes técnicos que muestren si existen yacimientos ya evaluados con estándares geológicos avanzados u otro informe de recurso medidos/ indicados/ comprobados. Este proceso tiene un propósito estratégico definido: contar con la documentación adecuada permitirá a futuro convocar inversiones específicas en Tucumán.
Un recurso vital y altamente valorado
La iniciativa se fundamenta en la creciente importancia global de las tierras raras, definidas como una combinación de materiales que se utilizan en una gran cantidad de nuevas tecnologías, vitales en la actualidad y en las próximas décadas. En los fundamentos del proyecto se detallan los usos cruciales de estos 17 elementos metálicos (como el itrio, el escandio, el europio o el gadolinio) en la vida moderna y el desarrollo tecnológico:
"Sus aplicaciones son verdaderamente muy amplias, transformándose en un componente vital para la producción de hardware en informática, pantallas de computadoras y televisores, pilas de combustible y baterías, lámparas de bajo consumo, equipos de energía solar, teléfonos móviles, imanes, turbinas y dispositivos de seguridad, entre otros destinos".
Su uso en aleaciones tiene fines que van "desde controlar la temperatura en una central nuclear hasta mejorar la calidad del acero".
Son clave en la fabricación de "grandes imanes para resonadores magnéticos, diagnóstico médico, equipamiento militar y elementos de defensa".
Resulta "complejo hallar un equipamiento tecnológico contemporáneo que no incluya a las tierras raras en su composición".
A pesar de su nombre, las dificultades para encontrarlas y aislarlas de las estructuras minerales que las contienen dieron origen a la denominación de "tierras raras", una complejidad que aún se mantiene. Sin embargo, "sus características y su gran demanda hacen de las tierras raras un producto altamente valorado y de excelente inserción en el mercado", plantea Toscano, que contó con el acompañamiento de las firmas de sus pares: José Cano, Walter Berarducci, Raquel Nievas y Claudio Viña.
Un aspecto adicional que resalta el proyecto es el "costado ecológico" de estos materiales, "debido a que poseen un impacto ambiental mucho menor al de otras variedades mineras".
Mercado global y la situación argentina
El crecimiento de la demanda mundial de tierras raras es un factor clave detrás de esta iniciativa. Se señala que la demanda ha crecido de forma sorprendente en las últimas décadas, llegando a aumentos de hasta un 10% anual. Ni siquiera la última crisis económica global generó un descenso en este requerimiento. El uso de tierras raras creció 4.500% entre 1960 y 2024.
De cara al futuro, la expansión de tecnologías como los autos eléctricos y las turbinas eólicas sugiere que la demanda puede aumentar entre tres y siete veces hacia 2040, según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía.
Aunque el recurso no lo poseen tantos países y su hallazgo en la corteza terrestre no es sencillo, existen reservas comprobadas en varias provincias argentinas del centro, norte y oeste del territorio. El interés por las tierras raras en Argentina se remonta a la década de 1980. Actualmente, existen reservorios comprobados en provincias como Salta, San Juan, San Luis, Córdoba, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero.
El proyecto de Resolución advierte, no obstante, que si bien distintas empresas internacionales han solicitado permisos de exploración, "no parece existir todavía una planificación concreta a nivel nacional en torno al desarrollo de este patrimonio". La falta de una estrategia nacional podría ser una oportunidad para que las provincias, como Tucumán, tomen la iniciativa.
Toscano reitera que este recurso puede llegar a ser estratégico para ubicar a la Argentina y en especial a Tucumán, en una posición de liderazgo dentro de un mercado que aumenta su volumen año tras año.