Racing escribió una nueva página de gloria en Avellaneda al vencer 1-0 a Vélez en el estadio Presidente Perón y sellar su clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores. El gol de Santiago Solari, junto con una intervención decisiva del VAR que anuló correctamente una acción rival, le dieron al conjunto de Gustavo Costas una victoria cargada de emoción y suspenso, que lo devuelve a una instancia que no alcanzaba desde 1997.
El encuentro tuvo todos los condimentos: dominio de la Academia, polémicas aclaradas por la tecnología y momentos de zozobra que pudieron cambiar la historia. Machuca había ilusionado a los de Liniers con un remate que pareció colarse, pero la revisión confirmó que la pelota no cruzó la línea. Minutos más tarde, Sosa estuvo cerca de marcar con un cabezazo que dio en el palo, hasta que Solari apareció en el segundo tiempo para sellar la diferencia definitiva.
Con este triunfo, Racing completó una serie perfecta: dos victorias por la mínima, primero en Liniers y luego en Avellaneda, que le permitieron imponerse 2-0 en el global. El equipo de Costas, que ya venía de hilvanar tres éxitos consecutivos en el torneo continental, se afianza con paso firme y vuelve a soñar con la Copa que le fue esquiva en las últimas décadas.
Ahora, la Academia aguarda por su rival en semifinales, que saldrá del cruce entre Flamengo y Estudiantes. El equipo brasileño llega con ventaja de 2-1 tras la ida, pero la definición se jugará en La Plata. Sea cual sea el adversario, Racing recuperó su mística copera y, 28 años después, vuelve a codearse con los mejores del continente.
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