
La Selección Argentina femenina cerró el año con una actuación arrolladora en el estadio Florencio Sola, donde superó sin contemplaciones a Bolivia por 8-0 y dio otro paso firme en la Liga de Naciones de CONMEBOL. La tucumana Solana Pereyra, dueña del arco nacional, volvió a ser protagonista desde el inicio: aunque el trámite no la exigió en exceso, respondió con solvencia cada vez que fue requerida y mantuvo su valla invicta en un triunfo que refuerza el gran momento del equipo.
Desde los primeros minutos, el conjunto dirigido por Germán Portanova impuso condiciones y desató un vendaval ofensivo que Bolivia nunca pudo contener. Paulina Gramaglia marcó el rumbo con un tanto madrugador, seguido por los aportes de Aldana Cometti y Florencia Bonsegundo, que llevaron al descanso un cómodo 3-0. En la segunda etapa, la intensidad se mantuvo y llegaron cinco celebraciones más, con dobletes de Gramaglia, Bonsegundo y Kishi Núñez, además del grito de Francisca Altgelt.

Para Pereyra, el encuentro significó otra señal de confianza en un proceso que la tiene como una de las arqueras más regulares del ciclo. La tucumana, surgida de San Martín y con recorrido internacional, sumó un nuevo partido sin goles recibidos, aportando seguridad en las pocas aproximaciones que generó el rival. El sólido despliegue del mediocampo y la contundencia ofensiva completaron una de las mejores producciones del seleccionado en lo que va de la competencia.
Con este resultado, Argentina se afirma entre los primeros puestos del torneo y acumula siete unidades, afianzando su candidatura en el camino hacia el Mundial 2027. El equipo cerró el año oficial sin derrotas en tiempo regular y con una identidad cada vez más marcada. La goleada ante Bolivia no solo engrosa la estadística, sino que ratifica un crecimiento sostenido en el rendimiento colectivo, en el que Pereyra también deja su huella fecha tras fecha.

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