
Julián Álvarez agrandó nuevamente su figura en la UEFA Champions League al convertir en la victoria 3-2 del Atlético de Madrid ante el PSV, en un duelo clave disputado en Países Bajos. El argentino, que atraviesa un momento irregular en el Viejo Continente, aprovechó un error defensivo para marcar el empate parcial y sumar otro tanto en una competición que lo muestra cada vez más decisivo. Con esta conquista, alcanzó las 11 anotaciones con la camiseta rojiblanca en el torneo continental.
Ese registro le permitió igualar la marca histórica de Saúl Ñíguez y convertirse en el segundo máximo artillero del conjunto madrileño en la competencia. Lo llamativo es la velocidad con la que llegó a esa cifra: mientras el volante español necesitó varias temporadas para alcanzarla, Álvarez lo logró en un puñado de partidos, confirmando su peso específico en el ataque del equipo dirigido por Diego Simeone.

El único futbolista que aún se mantiene por encima del cordobés es Antoine Griezmann, dueño de un récord difícil de superar con 39 goles. Sin embargo, el rendimiento del ex River y su capacidad para aparecer en momentos determinantes alimentan la idea de que puede seguir escalando. Su presente es contundente: registra cinco goles en sus últimas cuatro presentaciones por el certamen y ya suma once gritos en 21 encuentros de la temporada.
La jugada que terminó en su festejo sintetizó su oportunismo. Giuliano Simeone presionó alto, Sorloth recuperó y habilitó al argentino, que solo tuvo que empujar la pelota para decretar la igualdad. Luego, el Atlético completó la remontada y se llevó tres puntos fundamentales, mientras la “Araña” continúa escribiendo capítulos sobresalientes en su camino europeo.
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