Noticias Argentinas difundió que la nutrición es uno de los pilares fundamentales para la salud y el desarrollo. Mantener una buena alimentación en personas de todas las edades fortalece el sistema inmunológico y contribuye a una salud más robusta.
Desde 1974, cada 11 de agosto se celebra el Día del Nutricionista en toda Latinoamérica, en conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero, médico argentino pionero en el campo de la nutrición.
“Este Día de las y los Nutricionistas debe ser un llamado urgente a reflexionar sobre el rol estratégico de nuestra profesión en la defensa de la salud pública, en un contexto donde la desinformación y las políticas de ajuste económico están provocando un verdadero colapso alimentario”, señaló Laura Salzman, presidenta del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
La especialista agregó: “El acceso a una alimentación adecuada, saludable y segura —que debería ser un derecho garantizado por el Estado— hoy se ha convertido en un privilegio. Las políticas que promueven la desregulación de los mercados, el recorte de programas sociales y la eliminación de controles sobre la industria alimentaria afectan directamente la alimentación de las y los argentinos. El alto precio de los alimentos frescos y nutritivos empuja a millones de familias hacia el consumo de productos ultraprocesados, más económicos pero de muy baja calidad nutricional”.
“La inseguridad alimentaria no es solo un problema económico, sino también un problema de acceso a la información. En este sentido, la reciente modificación en la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida como ‘Ley de Etiquetado’, flexibiliza los requisitos de etiquetado frontal en favor de las grandes corporaciones alimentarias, y representa un golpe directo a la posibilidad de que las y los consumidores tomen decisiones informadas. En los hechos, es una política pública al servicio de la desinformación”, afirmó.
Asimismo, indicó: “La desinformación alimentaria no es un fenómeno espontáneo ni inocente, sino parte de una estrategia de mercado que utiliza las redes sociales para amplificar voces sin formación ni responsabilidad profesional, que ofrecen soluciones mágicas, dietas peligrosas y discursos que oscilan entre la charlatanería y la pseudociencia. Lo verdaderamente grave es cuando estas prácticas reemplazan el conocimiento construido desde las instituciones académicas, los profesionales con experiencia y trayectoria, y los espacios de regulación sanitaria”.
“Los Colegios Profesionales, lejos de ser estructuras burocráticas como algunos intentan presentarlos, son organismos de orden público cuya función es velar por el correcto ejercicio de las profesiones, proteger a la sociedad de prácticas indebidas y garantizar que quienes brindan servicios de salud lo hagan con idoneidad, ética y responsabilidad. La proliferación de voces sin habilitación, la banalización de la figura del profesional universitario y la relativización del conocimiento científico son fenómenos que, si no se detienen, seguirán deteriorando la salud de la población en sentido amplio, tanto física como mentalmente”, aseveró Salzman.
Además, añadió: “En momentos en que se intenta instalar la idea de que ‘cualquiera puede opinar de todo’, desarticular el rol de los Colegios Profesionales es funcional a un modelo que rechaza controles, niega la ciencia y prioriza la rentabilidad de unos pocos por sobre la salud colectiva.
“Reivindicar la formación universitaria, el ejercicio profesional regulado y el rol de las entidades que garantizan el correcto desempeño de las profesiones no es una cuestión corporativa ni burocrática, como a veces se pretende hacer creer, incluso desde los niveles más altos de los gobiernos. Es una necesidad urgente para resguardar el derecho de la población a recibir información adecuada y una atención sanitaria sólida y de calidad”, sostuvo.
Finalmente, manifestó: “Las y los nutricionistas no somos influencers. No estamos para vender productos ni prometer soluciones rápidas. Somos agentes de salud pública, formados para educar, asesorar y acompañar a la población en el cuidado de su salud alimentaria. Nuestro compromiso es con la ciencia, con la ética profesional y, sobre todo, con la comunidad”.
“En tiempos de ajuste, posverdad y desinformación organizada, el rol de los profesionales es más imprescindible que nunca. Y sin instituciones fuertes que respalden ese ejercicio, sin Colegios Profesionales que defiendan el interés público, la salud quedará librada a la ley del mercado. Defender la profesión es defender la salud de todas y todos”, concluyó y difundió Noticias Argentinas.