Rachel Zegler, quien previamente fue el centro de distintas polemicas por sus otros trabajos, interpreto a Evita, y cantó “Don’t Cry for Me Argentina” desde un balcón real que da a la calle. Lo que parecía una sorpresa puntual se transformó en rutina y en centro de una polémica. Mientras los espectadores dentro del teatro solo pueden seguir la escena a través de una pantalla, la voz de Zegler resuena en vivo para el público que no pagó entrada, generando críticas y elogios por igual.
La decisión del director Jamie Lloyd de trasladar uno de los números más emblemáticos del musical al exterior tomó por sorpresa a más de uno. Algunos asistentes, indignados, señalaron que gastaron cientos de libras para ver la obra en vivo, no a través de una transmisión. Otros, en cambio, celebraron la audacia del montaje, que transforma un momento íntimo en una confesión pública a cielo abierto. La escena, además, se viralizó en redes, donde ya circulan videos y fotos del fenómeno cultural que tiene a Argyll Street como epicentro cada noche.
Zegler, quien ya había declarado su vínculo personal con el musical desde la infancia, suma su nombre a la histórica lista de actrices que interpretaron a Eva Perón. Esta puesta, sin embargo, parece estar redefiniendo los límites del teatro tradicional. Con un estilo visual rupturista, el sello de Lloyd, ya probado en obras como Sunset Boulevard o Romeo y Julieta, vuelve a generar conversación y dejar en claro que el teatro también puede interpelar desde la vereda.