Con una inversión que supera los US$25 millones, la firma Bio4 está llevando adelante una ambiciosa ampliación de su planta de bioetanol en Río Cuarto, Córdoba, con miras a responder al creciente interés por combustibles sostenibles. La obra, que comenzó entre enero y febrero de este año, tiene como objetivo incrementar un 20% la capacidad instalada, elevando la producción diaria de 400 a 500 metros cúbicos, con una fecha estimada de finalización para abril o mayo de 2026.
Manuel Ron, cofundador de la empresa (foto inferior), destacó en diálogo con el diario La Nación que esta expansión se alinea con la demanda creciente de etanol para naftas, aviación sostenible (SAF), transporte pesado y la industria marítima. “El etanol está demostrando ser un producto que complementa muy bien a combustibles más pesados y que logra tener menos emisiones. Es una carrera por la competitividad, por bajar la huella, costos y emisiones”, afirmó.
La iniciativa también podría adaptarse a un posible aumento del corte obligatorio de etanol en naftas, que actualmente está en el 12% y podría subir al 15%, según Ron. “Esto podría concretarse en cualquier momento”, señaló, subrayando la flexibilidad del proyecto para acompañar políticas más ambiciosas. Durante el evento Argentina Visión 2040, realizado en Plaza Galicia, Ron exploró los beneficios de un corte más elevado, comparando la trayectoria de Argentina con la de Brasil. “En Brasil se avanzó con políticas de Estado, con un mercado más desregulado y un Estado menos presente. Tienen un corte obligatorio de etanol en las naftas del 27,5% y ya anunciaron que lo suben al 30%”, explicó, marcando una diferencia significativa con la realidad local.
Ron trazó un recorrido histórico para ilustrar el estancamiento argentino en el sector. “En 2014, en la Argentina teníamos cinco plantas de bioetanol, de buena escala y última generación. En Brasil, en ese momento, había dos plantas de bioetanol de maíz y otros 100 ingenios azucareros que proveían el corte creciente que tenían. Hoy, en 2025, en la Argentina seguimos con cinco plantas de maíz, mientras que en Brasil ya hay 20 mucho más grandes y otras 19 en planes de construcción”, lamentó. Criticó la intervención estatal de las últimas dos décadas: “Con un Estado presente durante los últimos 20 años, nos quedamos estancados. Se creció del 10 al 12% durante la época de Macri, pero no hubo nuevas inversiones ni generación de empleo. Fue una política equivocada: un Estado que quiso manejar todo sin dejar que el mercado crezca”.
La historia de Bio4 comenzó con un grupo de productores agropecuarios de Río Cuarto que, inspirados por modelos de integración como los farmers estadounidenses, decidieron sumar valor al maíz. “Nos asociamos con productores agropecuarios, que no es fácil, y empezamos produciendo biocombustibles. Después incorporamos biogás, ganadería y una plataforma para la descarbonización que permite medir huella de carbono, acceder a planes de mitigación y generar certificados de energía renovable”, relató Ron. Esta visión llevó a la construcción de dos plantas de biogás adyacentes a la de etanol, formando una biorefinería que reutiliza residuos. “Los nutrientes que salen del maíz vuelven en su gran mayoría a los campos donde hacemos maíz. No exportamos nutrientes. Nosotros somos fanáticos de la economía circular. Creemos que este modelo de biorefinería se puede aplicar a muchos otros procesos y así hacer una agricultura más sostenible”, explicó.
Fruto de esta experiencia, Bio4 dio un paso más al crear Bioeléctrica, una empresa tecnológica que exporta soluciones de biogás. “Hemos desarrollado a partir de este cúmulo de experiencias y conocimientos una empresa de tecnología de biogás que se llama Bioeléctrica, que ya está exportando tecnologías a otros países, Estados Unidos, a Brasil. Hemos podido desarrollar y patentar algunas partes del proceso muy interesantes”, contó Ron, destacando el impacto global de su innovación. Este proyecto no solo refuerza la producción local, sino que posiciona a la empresa como líder en sostenibilidad y competitividad en el mercado internacional de energías renovables.