
La causa por el fentanilo contaminado, en la que se investigan 173 muertes, sumó nuevos avances a partir de la declaración de una testigo que afirmó que en el Laboratorio Ramallo se conocía la existencia de contaminación bacteriológica, pero aun así se continuaba fabricando para no detener las ventas.
Según confirmaron fuentes del caso a la Agencia Noticias Argentinas, la testigo señaló que en el laboratorio —propiedad del empresario Ariel García Furfaro— existía una cadena de negligencia y falsificación de resultados, cuyo objetivo era no suspender la producción pese a las fallas detectadas.
La mujer declaró ante el juez Ernesto Kreplak que en el último tiempo los procesos se aceleraron y que todo era “ordenado desde arriba”, en referencia a los accionistas.
Otro dato significativo surgió cuando relató que, antes de los procedimientos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en los laboratorios Ramallo y HLB Pharma, desaparecían los “cuadernos donde se anotaban los resultados microbiológicos positivos”.
Informe forense: 38 muertes atribuibles al fentanilo adulterado
A comienzos de noviembre se conoció un nuevo informe del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que concluyó que el opioide contaminado fue el factor determinante en 38 muertes.
Según el documento —al que accedió NA—, a fines de octubre se realizó una actualización del primer informe elaborado por la junta médica. En esta oportunidad se analizaron 20 casos adicionales, lo que arrojó un resultado aún más alarmante.
En 38 de las 40 muestras evaluadas, se comprobó que la administración del fentanilo adulterado “fue clave en el desenlace fatal de los pacientes”. En los dos casos restantes, no se pudo establecer un vínculo directo.
Allanamientos y hallazgos
Asimismo, se informó que, tras una serie de allanamientos realizados en Buenos Aires, Formosa, Córdoba y Santa Fe, se recuperaron más de 82 mil ampollas del fentanilo alterado.