Con la mira puesta en tratar de mantener una producción citrícola en los mismos niveles que el año pasado, ya de por sí en declive y con mucha incertidumbre de lo que pueda llegar a afectar al sector la nueva política arancelaria de Donald Trump, llegaron a buen puerto las negociaciones salariales entre los trabajadores nucleados en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y los empresarios de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA), que firmaron un acuerdo en la Casa de Gobierno, luego de meses de debates.
En la reunión, estuvieron presentes el gobernador Osvaldo Jaldo, el ministro de Economía y Producción, Daniel Abad; el ministro de Desarrollo Social, Federico Masso; el secretario de Producción, Eduardo Castro; el presidente de ACNOA, Pablo Padilla y el delegado regional de UATRE Tucumán, Germán Ferrari.
Este último explicó que la negociación salarial llevó varios meses, pero el viernes pasado, con la colaboración del Gobierno de la Provincia, se alcanzó un acuerdo favorable para los trabajadores del limón.
“Arribamos a un acuerdo que representaría el 36,4%, que en el contexto nacional en el que estamos situados es un porcentaje bastante favorable; si bien no es lo que nosotros solicitamos en un momento, entendemos la situación y entendemos también el techo que viene poniendo el Ministerio de Trabajo de la Nación a las paritarias, techo que hemos superado”, informó el delegado. Además, remarcó: “No hemos llegado a una medida de fuerza que hubiera terminado seguramente con una conciliación obligatoria”.
Por su parte, Padilla celebró haber alcanzado un acuerdo “racional que permite desarrollar la actividad con normalidad” y destacó la voluntad de diálogo de ambas partes. “Pensamos en sacar la actividad adelante, que siga funcionando y pueda arrancar la zafra sin mayores problemas”, concluyó.
En tanto, Abad remarcó que la Provincia garantizará “la libre circulación en las rutas” de toda la producción local. “Nos ponemos a disposición para lo que necesiten los sectores productivos porque siempre tratamos de ayudar para que puedan llevar adelante sus actividades de la mejor manera posible”, agregó.
Contexto delicado
La rúbrica de este acuerdo llega en un momento muy complejo del sector citrícola tucumano, puesto que en comparación con 2023, la producción de 2024 mostró una leve disminución. La caída se atribuye principalmente a la erradicación o abandono de unas 27.000 hectáreas en los últimos años (15.000 desmontadas y 12.000 abandonadas), lo que representa una reducción del 25% en la superficie destinada a la exportación de fruta fresca, según datos del sector.
Las exportaciones de limón tucumano y sus derivados en 2024 reflejaron un descenso significativo en volumen respecto a 2023, alineada con las proyecciones de una reducción del 50% en las exportaciones totales de fruta fresca. En 2023, Argentina exportó unas 240.000 toneladas de limones frescos, de las cuales Tucumán aportó cerca del 90%, es decir, unas 216.000 toneladas. En 2024, las exportaciones nacionales de limón fresco cayeron a 171.555 toneladas, lo que implica que Tucumán exportó aproximadamente 154.400 toneladas de fruta fresca, un descenso del 28,5% respecto al año anterior.
En cuanto a los destinos, Estados Unidos se consolidó como el principal mercado para el limón fresco tucumano en 2024, recibiendo unas 94.355 toneladas (55% del total nacional), superando a la Unión Europea, que importó solo 35.000 toneladas (frente a las 100.000-120.000 toneladas históricas). Otros mercados, como Rusia, también mostraron una disminución, con envíos que no alcanzaron las 30.000 toneladas, frente a las 40.000 habituales. En términos de valor, el "complejo limón" (fruta fresca, jugo, aceite esencial y otros derivados) generó 439 millones de dólares en 2024, un aumento del 7,4% respecto a 2023, a pesar de la caída en volumen, debido a una leve mejora en los precios de algunos derivados.
Para este año, se espera que la producción se mantenga en torno a 1,2 millones de toneladas, similar a 2024, pero con un riesgo de mayor disminución si continúa el abandono de hectáreas. La sanidad de la fruta será clave para mantener la competitividad, especialmente en mercados exigentes como Estados Unidos y la Unión Europea.
Costos extras y ¿nuevos mercados?
Las exportaciones de fruta fresca podrían estabilizarse en unas 150.000 toneladas desde Tucumán, pero enfrentarán nuevos riesgos. La política arancelaria anunciada por Donald Trump, que incluye un arancel del 10% a productos importados a partir de abril de 2025, podría encarecer las exportaciones en unos 7,8 millones de dólares anuales, afectando la competitividad frente a otros proveedores como Sudáfrica.
La apertura de nuevos destinos será crucial para mitigar la dependencia de Estados Unidos y la Unión Europea. Mercados emergentes como China o India podrían ser una oportunidad, aunque requieren superar barreras fitosanitarias y logísticas.
Si las exportaciones no se recuperan, los ingresos en divisas podrían caer por debajo de los 400 millones de dólares, afectando la economía tucumana, que depende en un 54% de las exportaciones citrícolas.