publicidad

MERCADO INTERNO Y EXTERNO

Cómo se desarrolla la campaña de Frutilla en Tucumán ante los desafíos climáticos y fitosanitarios

Hay un incremento notable en el área de cultivo, que ha alcanzado las 585 hectáreas en toda la provincia. Septiembre, un mes clave para la cosecha, ya que la fruta alcanza su máxima calidad y sabor.

Por Tendencia de noticias

11 sept, 2024 05:16 p.m. Actualizado: 11 sept, 2024 05:16 p.m. AR
Cómo se desarrolla la campaña de Frutilla en Tucumán ante los desafíos climáticos y fitosanitarios

La campaña de frutilla 2024 en Tucumán se encuentra en pleno desarrollo, con un incremento notable en el área de cultivo, que ha alcanzado las 585 hectáreas en toda la provincia. Este crecimiento se debe, en gran parte, a la demanda constante del mercado y las condiciones climáticas favorables, lo que ha impulsado a los productores a expandir sus terrenos. Javier Rovira, jefe de la Agencia de Extensión Rural (AER) del INTA de Lules, señaló la importancia de septiembre, por ser un mes clave para la cosecha, ya que las frutillas alcanzan su máxima calidad y sabor.


A diferencia de otros productos, la frutilla que se consume en el mercado interno es de excelente calidad. Rovira señala que el mercado de exportación es un factor clave que impulsa el sistema productivo, manteniendo los precios en niveles razonables y elevando los estándares de calidad. “Países como Estados Unidos, Canadá y España exigen productos sin residuos fitosanitarios, lo que obliga a los productores a cumplir con altos requisitos de sanidad en sus cultivos”, explicó en el programa Suena a Campo.


A pesar de las condiciones favorables, los productores enfrentan importantes desafíos fitosanitarios. Uno de los problemas recurrentes es la botritis, una enfermedad de pudrición que afecta a las frutillas durante periodos de alta humedad y bajas temperaturas. “Este año, las heladas seguidas de una semana de lluvias persistentes provocaron pérdidas de hasta el 30% de la producción semanal”. Rovira indicó que “esta enfermedad es común en condiciones de humedad prolongada y temperaturas bajas”.


Además de la botritis, otro problema es el “tostado de la frutilla”, que provoca que el fruto se broncee y adquiera una textura corchosa, afectando su valor comercial. Aunque aún no se ha determinado si esto es causado por un insecto llamado trips o por las condiciones climáticas, el equipo de fruticultura de Famaillá está trabajando en conjunto con los productores para investigar la causa exacta. A esto se suma la aparición de neopestalotiopsis , una enfermedad que se ha presentado en algunos plantines, aunque en menor medida que en años anteriores.


En este sentido, Rovira subrayó la importancia de contar con plantines sanos y suelos bien preparados para prevenir la propagación de este hongo. “El crecimiento de la superficie cultivada ha sido impulsado en gran medida por el sector privado, que financia a pequeños productores con insumos clave como plantines, plásticos, sistemas de riego y fertilizantes. Este apoyo ha permitido a los productores ampliar sus terrenos, pasando de unas 200 hectáreas en 2019 a las 585 hectáreas actuales”, remarcó.


El investigador reconoce el esfuerzo de los productores, quienes trabajan día a día en sus campos. Desde el INTA, se busca acompañar ese esfuerzo con la incorporación de tecnología y conocimientos que mejoren la calidad y sanidad de la producción.


En cuanto al mercado, la demanda de frutilla en el mercado interno sigue siendo alta, incluso durante la campaña de exportación. Las empresas continúan vendiendo frutas frescas en mercados importantes como Córdoba y Mendoza, lo cual, según Rovira, es inusual para esta época del año. “Esto se debe, en parte, a las condiciones climáticas desfavorables en otras regiones del país, que han limitado la oferta de frutas, generando una mayor demanda en el mercado local”.


Para el referente del INTA, la clave del futuro del sector está en la ciencia y la tecnología. La agricultura de precisión, el uso de satélites y drones permiten a los productores tomar decisiones más informadas y enfrentar mejor los desafíos climáticos y fitosanitarios. También resalta la importancia de la colaboración entre el INTA, el sector privado y los productores para mantener la calidad de la frutilla y garantizar la sostenibilidad de la actividad.


La campaña de frutilla 2024 en Tucumán refleja un balance entre la expansión de la producción y los desafíos que enfrentan los productores para mantener la calidad y sanidad de sus cultivos. Con el respaldo del sector privado y el acompañamiento técnico del INTA, los productores han logrado posicionar a Tucumán como una de las principales regiones frutilleras del país. Mientras tanto, se sigue investigando y trabajando para mejorar las prácticas agrícolas y enfrentar de manera más efectiva los problemas fitosanitarios.


#FRUTILLA

#TUCUMÁN

#INTA

#CLIMA

#ENFERMEDADES

#EXPORTACIÓN

#MERCADOINTERNO

publicidad

Más de portalcana

publicidad