Todo parece indicar que la oferta salarial que el Gobierno Nacional efectuará en los próximos días a los gremios estatales, como ATE y UPCN, no conformará en nada a los gremialistas y obligará a la administración de Javier Milei a establecer el ascenso fijado en dicha paritaria a través de un decreto, situación que pondrá en compromisos y ciertos aprietos a las provincias, incluida obviamente Tucumán, a la hora de iniciar sus negociaciones salariales respectivas.
La intención del gobierno libertario es ofrecer un incremento en el orden del 1% y el 1,5% mensual a los haberes de los empleados públicos nacionales, argumentando que dicho nivel va en consonancia con lo expuesto en el Presupuesto 2025 (que no fue girado para su discusión en el Congreso durante las sesiones extraordinarias) donde se estableció una inflación para todo este año en el orden del 18%, inclusive inferior a lo señalado por consultoras privadas y el propio FMI, que ubican la suba de precios anual en el 25%.
El ofrecimiento oficial sería rechazado de plano por los representantes del sindicalismo que ya vienen demostrando su descontento por los despidos que se sucedieron el año pasado en la Administración Pública Nacional, que rondarían entre los 35 mil y 40 mil empleados. Además, los gremios están contrariados por las disposiciones llevadas adelante por el ministerio de Desregulación y Transformación, comandado por Federico Sturzenegger, quien anunció un nuevo régimen de contratación para el empleo público. En este, se prohibieron nuevas contrataciones a nivel nacional, se estableció la duración máxima de los contratos y se confirmó que para acceder a un puesto en el Estado será obligatorio aprobar un examen de idoneidad.
La idea es retomar la discusión salarial a fines de esta semana o bien a comienzos de la próxima: tiene que ser antes de fin de mes para que los sueldos de enero se puedan liquidar con la suba, aunque exigua, que sea acordada o la que dictamine el propio Ejecutivo a través de un decreto.
Aceptación en disconformidad
A nivel local, vale recordar que, en diciembre, se ejecutó la quinta ronda de paritarias de 2024, donde el gobierno de Osvaldo Jaldo logró acordar con la totalidad de los gremios estatales tucumanos una suba del 6% al básico en todos los ítems, retroactivo a noviembre, junto con una suma fija de $140.000 en un solo pago. Con estas cifras ningún agente estatal percibió menos de $200.000 de aumento.
Sin embargo, el techo de incremento salarial dispuesto por la Nación condicionaría las próximas reuniones salariales dispuestas para febrero en la provincia y que son esperadas con expectativas por parte, principalmente, de los referentes gremiales.
"Se trató de un aumento que para muchos puede ser insuficiente, sin embargo en la situación compleja que vive el país, el incremento del 6 % no es menor. Por otro lado, se firmó el pase a planta permanente de los contratados. A esto se suma que la Provincia no está haciendo ajustes en los estatales, a diferencia de Nación", sostuvo Andrés Jaime de la Asociación Tucumana de Empleados Previsionales y Seguridad Social (ATEPYSS).
"Esto es un acuerdo que tal vez resulte insuficiente, de hecho, para los trabajadores y para las trabajadoras, sabemos que es así, sabemos que la situación económica es muy compleja y atraviesa el país de una forma muy aguda, sobre todo en el bolsillo de los trabajadores, pero bueno, nosotros desde el Instituto de Previsión Social confiamos que al tener variables para recuperar el salario de los empleados del Instituto de Previsión Social, confiamos en un 2025 de recomposición real de nuestro salario", afirmó Claudia Molina de UPCN.
Por su parte, José Gerbán de la Asociación de Médicos Empleados (AME) sostuvo que "han quedado puntos para discutir en 2025, como los relacionados con la carrera sanitaria, este año tenemos que tratar de llegar a la modificación de los índices pactados en la ley”.
En el marco de las discusiones paritarias, el propio Jaldo había remarcado lo complejo de la situación al sostener que "tenemos que ser conscientes del contexto en el que está la Argentina, donde la tendencia es achicar el Estado. Y hay que ver como nos manejamos en Tucumán donde muchas veces los acuerdos entre Gobierno y gremios no son suficientes pero tener un trabajo estable, en blanco, con aportes jubilatorios, no tiene precio", remarcó.
"Estoy haciendo un gran esfuerzo institucional y político. Fui el primer gobernador en tener diálogo con el Gobierno nacional con un presidente que no es de mi espacio político pero que llegó por la voluntad popular. Y, en ese contexto, puse a Tucumán en posición de diálogo y ayuda mutua, algo que me costó muchas críticas y cuestionamientos. Sin embargo, haré todo para priorizar a Tucumán", había remarcado.