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La "amnistía monetaria" de Caputo: nuevo blanqueo permanente y libre uso de hasta U$S 100.000 sin justificar su origen

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un nuevo régimen de regularización de activos que permitiría a los argentinos usar hasta U$S 100.000 no declarados, sin rendir cuentas sobre su origen, además de un blanqueo permanente para fomentar la circulación de dólares en la economía. La medida genera controversia por posibles riesgos de lavado de activos y críticas por beneficiar a evasores.

Por Tendencia de noticias

06 may, 2025 02:57 p.m. Actualizado: 06 may, 2025 02:57 p.m. AR
La "amnistía monetaria" de Caputo: nuevo blanqueo permanente y libre uso de hasta U$S 100.000 sin justificar su origen

El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el gobierno de Javier Milei está trabajando en un nuevo esquema de blanqueo de capitales y desregulaciones para facilitar el uso de dólares no declarados en la economía cotidiana. La propuesta, que aún no ha sido oficializada, incluye la posibilidad de gastar hasta U$S 100.000 sin necesidad de justificar el origen de los fondos, además de un “blanqueo permanente” que busca incentivar la remonetización de la economía argentina, según declaraciones del ministro.


Caputo explicó que el objetivo es que los argentinos “saquen los dólares del colchón” y los utilicen libremente para gastos domésticos, sin las trabas burocráticas que actualmente exigen demostrar la procedencia de esos fondos.


“No compro el cuento de que la gente no saca sus dólares para gastarlos. La realidad es que no lo hacen porque les rompen los cocos”, afirmó, sugiriendo que la medida apunta a simplificar operaciones como pagos mediante códigos QR, tarjetas de débito o transferencias bancarias. Este enfoque, según el ministro, busca aumentar la cantidad de dólares circulando en el sistema financiero, fortaleciendo el crédito y la inversión privada.


El nuevo blanqueo se presenta como una extensión del Régimen de Regularización de Activos implementado en 2024, que permitió exteriorizar hasta USD 100.000 sin costo alguno y montos superiores con alícuotas progresivas del 5% al 15%, dependiendo de la etapa de adhesión. Según datos oficiales, la primera etapa de ese régimen, cerrada en noviembre de 2024, logró blanquear USD 22.500 millones, superando ampliamente las expectativas iniciales. La mayoría de las declaraciones correspondieron a montos inferiores a USD 100.000, que no pagaron penalidades, lo que reflejó el atractivo de un plan calificado como “generoso” por analistas.


Detalles del nuevo esquema


Aunque los detalles del nuevo blanqueo aún no están definidos, Caputo adelantó que se mantendría la posibilidad de regularizar hasta U$S 100.000 sin costo, ampliando las opciones para usar esos fondos sin restricciones. Una novedad sería la flexibilización para quienes blanquearon montos superiores a U$S 100.000 en el régimen anterior, permitiéndoles disponer de esos fondos antes del 31 de diciembre de 2025, fecha límite original para evitar penalidades. Además, se evalúa incluir operaciones como compras de bienes productivos (maquinaria, vehículos, electrodomésticos) y pagos en la “economía real” sin necesidad de mantener los fondos en cuentas especiales de regularización (CERA).


El ministro también sugirió que el blanqueo podría convertirse en un mecanismo permanente, lo que permitiría a los contribuyentes regularizar activos en cualquier momento sin las restricciones de plazos específicos. Esta propuesta, sin embargo, ha generado alarma entre especialistas, quienes advierten que un blanqueo por decreto violaría acuerdos internacionales del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y podría facilitar el ingreso de fondos provenientes de actividades ilícitas, como el narcotráfico, la trata de personas o la evasión fiscal.


Reacciones y críticas


La iniciativa ha desatado un intenso debate. Por un lado, el gobierno y sus aliados argumentan que la medida es esencial para remonetizar la economía y captar los dólares que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero, estimados en cientos de miles de millones. Caputo destacó que el objetivo no es recaudatorio, sino reactivar la inversión privada, citando ejemplos como la reciente colocación de deuda de Pampa Energía a tasas competitivas, posible gracias a los dólares blanqueados.


Por otro lado, expertos y sectores de la oposición han calificado la medida como un “paraíso fiscal” que beneficia a evasores y delincuentes. “El blanqueo permanente abriría una ventana a fondos ilegales, con graves consecuencias penales e impositivas”, sostienen tributaristas. Otros critican la contradicción de un gobierno que prometió combatir la evasión fiscal, pero ahora ofrece amnistías a quienes no declararon sus activos. Además, se señala que la falta de controles rigurosos podría exponer a Argentina a sanciones internacionales por no cumplir con las normativas antilavado.


Contexto y desafíos


El anuncio llega en un momento de relativa estabilidad macroeconómica, con una inflación proyectada en torno al 30% para fines de 2025 y un crecimiento estimado del 4%, según Moody’s. Sin embargo, la economía real sigue enfrentando desafíos, como la caída del consumo y la necesidad de fortalecer las reservas del Banco Central. En este contexto, el blanqueo se presenta como una herramienta para inyectar dólares al sistema, pero su éxito dependerá de la confianza de los contribuyentes y de la capacidad del gobierno para evitar abusos.


Mientras se espera la reglamentación oficial, que podría salir por resolución de ARCA o bien por decreto, aunque desde el Ejecutivo no descartan el envío del proyecto al Congreso en los próximos meses, el debate sobre el nuevo blanqueo de Caputo promete intensificarse. Para muchos, la medida es una oportunidad para formalizar ahorros y dinamizar la economía; para otros, un riesgo que podría convertir a Argentina en un refugio de capitales dudosos.


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