Se respira otro aire en Atlético Tucumán, y eso se logra visualizar en la cancha. Luego de la contundente victoria ante Sarmiento por 5-0 en el re-debut de Pusineri en el banco "Decano", el torneos sigue y ahora la incógnita pasaba de repetir el mismo despliegue ante un equipo de mayor envergadura como Talleres de Córdoba, y jugando en el Mario Alberto Kempes. Y la tónica continúa con viento a favor para el nuevo entrenador, que claramente, está convenciendo a los jugadores, adoptando una identidad intensa y positiva.
El partido comenzó parejo pero con el correr de los minutos, Atlético Tucumán fue teniendo mayor cantidad de aproximaciones, aunque con algunos descuidos, hizo lucir a Durso. El elenco tucumano logró doblegar al cordobés y de esta manera, el descanso terminó sin goles pero con buenas sensaciones para el equipo de Pusineri.
El complemento llegó con la alegría necesaria: Pusineri apostó por Nicolás Castro, un jugador que nunca rindió desde su llegada al "Decano", pero con confianza desde el sector izquierdo, enganchó para su diestra y la colocó en un ángulo para dar la sorpresa en Córdoba. Sin embargo, los cambios y el desgaste físico cambiaron la cara del equipo, que fue tirándose hacia atras y lo pagó caro con un centro de Benavídez que terminó con el cabezazo de Ulises Ortegoza. Luego de eso, Atlético Tucumán aguantó el resultado y termina con vibras buenas de cara a los siguientes compromisos.
El conjunto de Lucas Pusineri seguirá con su andar el próximo domingo cuando reciba a Gimnasia y Esgrima de La Plata, a las 19:15 hs.
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