La armada albiceleste tuvo otra jornada con altibajos en Flushing Meadows

La segunda jornada del US Open volvió a tener presencia argentina con un saldo mixto. Francisco Comesaña fue quien dio la nota positiva al conseguir su pasaje a la siguiente ronda, mientras que Sebastián Báez y Federico Gómez no pudieron superar sus estrenos en el último Grand Slam de la temporada. El marplatense se sumó así a Tomás Etcheverry, quien había debutado con triunfo en la jornada inaugural, mientras que otros compatriotas como Mariano Navone y Camilo Ugo Carabelli ya habían quedado en el camino.

Báez abrió la acción en Nueva York con una derrota frente al sudafricano Lloyd Harris. El jugador de San Martín cedió en sets corridos (3-6, 5-7 y 4-6) y cerró el año sin victorias en torneos grandes, aunque valoró su presente desde lo tenístico pese a los resultados adversos. A su vez, reveló que arrastra una dolencia en el pie que lo obligará a volver al país para enfocarse en la recuperación antes de encarar la gira asiática.

La otra presentación nacional estuvo a cargo de Federico Gómez, quien vivió una experiencia inolvidable en el Arthur Ashe. El bonaerense, surgido del circuito universitario estadounidense y ubicado en el puesto 203 del ranking, se midió ante el británico Jack Draper, actual número cinco del mundo. A pesar de su gran entrega y de arrebatarle un set al favorito, terminó cayendo por 6-4, 7-5, 6-7(7) y 6-2, dejando una actuación que invita a la ilusión para el futuro.

En contrapartida, Comesaña celebró con autoridad al derrotar al local Alex Michelsen, número 32 del ranking, por 1-6, 6-3, 6-4 y 6-4. El “Tiburón” mostró temple para revertir un inicio adverso y confirmó su gran momento, que lo tendrá en segunda ronda ante el británico Cameron Norrie. Con esta victoria, no solo sostuvo los puntos obtenidos en 2024, sino que también reafirmó por qué fue elegido para representar a la Argentina en la próxima Copa Davis frente a Países Bajos.