Atlético Tucumán: una elección que hace mucho ruido en Casa de Gobierno

Mario Leito se olvidó lo que había anunciado en su momento y volverá a presentarse como candidato a presidente de Atlético Tucumán. Los rumores y especulaciones que se manejan se convertirían en realidad y,“por pedido de los compañeros” y para evitar líos en la vieja camada de dirigentes, estará al frente. Hasta aquí, más de lo mismo, el tema complicado pasa por su compañero de fórmula: Ignacio Golobisky.

Como se trata de ser “compañeros”, llevará al kirchnerista y fiel hombre de Javier Noguera de Tafí Viejo, Ignacio Golobisky, como vicepresidente. Sí, más de los mismos en una lista que decían iba a tener nuevos nombres y que ahora le dará a Golo mayor poder en el club donde poco hizo hasta aquí.

El tema pasa por el ruido político y la relación del Deca con el gobierno de turno, con quienes siempre es bueno tener diálogo.

Golobisky es defensor acérrimo de Javier Noguera con quien fue compañero en el viejo diario El Periódico, alejado y crítico de Jaldo y de todo lo que proponga el gobierno provincial. Es más, Golo es congresal del PJ a nivel nacional pero no viajó a Buenos Aires cuando se hacía el tradicional poroteo de los votos con los que se cuenta. Hubo una reunión de compañeros en Casa de Gobierno, a Leito le preguntaron por Golobisky y la respuesta del Legislador no cayó del todo bien al gobernador Osvaldo Jaldo y sus más cercanos seguidores. “No vendrá, está firme con Noguera y no viene para aquí”. Está claro que Golo mantiene una disputa interna con Jaldo y creció su furia luego de ser desplazado de la Dirección de Canal 10.

Ahora, al ver que no participa ni pisa Casa de Gobierno, el enojo del peronismo se incrementó puertas para adentro y no ven con buenos ojos que Golobisky sume poder en uno de los clubes más importantes de la provincia. Esta podría ser una decisión peligrosa de Mario Leito, que ya era mirado con sospechas en el entorno porque venía del Manzurismo y con buena letra logró acercar las partes, el tema ahora pasa por la elección de su compañero de fórmula, Ignacio Golobisky. Es tirar más leña a un fuego de la interna peronista que pide a gritos calma y prudencia.

El fútbol y la política van de la mano, desde siempre, aunque con esta decisión de llevar a Golobisky, enemigo del gobierno provincial, haría que esa mano se suelte y el enojo de “compañeros” puede ser riesgoso y comprometido para un club que necesita oxigenarse.