
El Día Mundial del VIH vuelve a poner el foco en la importancia de la prevención, el acceso a la salud y la educación sexual, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Según datos difundidos por Noticias Argentinas (NA), en la Argentina más del 98% de las nuevas infecciones se produce por prácticas sexuales anales o vaginales sin preservativo, un indicador que refuerza la necesidad de adoptar hábitos de cuidado sostenidos.
En el país, se estima que 140.000 personas viven con VIH, de las cuales alrededor del 13% desconoce su diagnóstico. Profesionales de la salud subrayan que testearse de manera periódica es clave para detectar la infección a tiempo, iniciar tratamiento y evitar el avance hacia el sida. Además, remarcan que el VIH no se transmite por contacto casual, como compartir mate, vajilla o abrazos.
Desde el ámbito sanitario destacan el valor de la prevención combinada, que abarca el uso constante de preservativo, la posibilidad de acceder a consultas confidenciales, y herramientas farmacológicas como la PrEP y la PEP, que ofrecen una elevada eficacia en personas con mayor riesgo de exposición. También toman relevancia avances como el principio I=I (Indetectable = Intransmisible), que establece que una persona con carga viral indetectable no transmite el virus por vía sexual.
El test de VIH es confidencial, gratuito y está disponible en hospitales y centros de salud de todo el país. Para personas sexualmente activas se recomienda testearse al menos una vez al año; con mayor frecuencia cuando hay múltiples parejas o situaciones de riesgo. En el caso de adolescentes, especialistas coinciden en que el acompañamiento y el acceso a información confiable son esenciales para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual.