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PATRIMONIO PORTEÑO

Restauraron los dos pétalos de la Floralis Genérica

La emblemática escultura de Recoleta recuperó su forma original tras un complejo proceso de restauración que incluyó traslados terrestres y fluviales, trabajos estructurales y la instalación de piezas de tres toneladas y media. El Gobierno porteño anticipó que habrá una nueva iluminación para realzar aún más la obra.

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08 dic, 2025 08:44 p. m. Actualizado: 08 dic, 2025 08:44 p. m. AR
Restauraron los dos pétalos de la Floralis Genérica

La Floralis Genérica, uno de los principales atractivos turísticos de la Ciudad de Buenos Aires, vuelve a brillar en el barrio de Recoleta luego de que dos de sus pétalos resultaran dañados por el temporal ocurrido en diciembre de 2023.



Según informaron fuentes oficiales a la Agencia Noticias Argentinas, la escultura recuperó su forma original tras un proceso de restauración que incluyó tareas de traslado, montaje y reparación estructural. El segundo de los pétalos —una pieza de tres toneladas y media de aluminio y acero— fue colocado recientemente en el tallo de la Floralis, mientras que el primero había sido instalado en octubre.



El transporte de ambas piezas requirió operativos logísticos terrestres y fluviales, que incluyeron el embarque de cada pétalo en una barcaza para recorrer más de 150 kilómetros a través del río Paraná y del Río de la Plata.



El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, destacó la complejidad de la obra y afirmó que la remodelación “fue bien difícil”. Señaló que se trata de uno de los trabajos de preservación patrimonial más relevantes de los últimos años, “porque cada uno de los seis pétalos es distinto”. Además, adelantó que próximamente se implementará “una nueva ingeniería de luces para que la Floralis se luzca como nunca antes”.

Para celebrar la restauración, este sábado desde el mediodía habrá ferias gastronómicas y espectáculos musicales en la Plaza de las Naciones Unidas.



El proceso de restauración



En enero, los pétalos dañados fueron trasladados a una planta industrial en el partido bonaerense de Baradero, donde se montaron sobre cunas de hierro. Allí se desmontaron los paneles de recubrimiento de aluminio y se retiraron largueros y costillas de acero dañadas, incluidas estructuras agregadas en arreglos parciales realizados años atrás.



Los especialistas realizaron una inspección con equipos ópticos para detectar defectos superficiales. Además, aplicaron el método de corrientes parásitas —que permite identificar variaciones en las propiedades del material— y la técnica de líquidos penetrantes para observar con mayor detalle las zonas afectadas.



El modelado 3D de las piezas permitió proyectar el comportamiento estructural de la intervención y asegurar la precisión del trabajo. Las partes fueron unidas mediante bulones especiales utilizados en aeronaves y componentes aeroespaciales, elegidos por su alta resistencia a la tracción y la fatiga, y por ofrecer un ensamblaje preciso que minimiza el riesgo de aflojamiento por vibraciones.

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