
Los trastornos gastrointestinales funcionales —como cólicos, disconfort o dolor abdominal, constipación, dolor abdominal recurrente, regurgitaciones e incluso reflujo gastroesofágico— son afecciones frecuentes en la primera infancia.
Aunque no suelen implicar enfermedades estructurales —de allí su carácter de funcionales— generan un importante malestar en los niños, alteran su alimentación, su sueño y su crecimiento, e impactan en la dinámica familiar cotidiana, afectando el descanso y la tranquilidad de todo el hogar.
En este contexto, la Asociación Leches Medicamentosas manifestó su preocupación por el incremento de consultas de familias que encuentran obstáculos en la provisión de tratamientos para estos trastornos en bebés y niños pequeños. Según su último relevamiento de diagnósticos asociados a pedidos de cobertura, estos reclamos representan la mitad de las consultas recibidas por la entidad.
De acuerdo con el informe, al que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas, los principales diagnósticos corresponden a trastornos digestivos funcionales, incluyendo reflujo gastroesofágico (53,6%), seguidos por alergias alimentarias (35,2%), prematurez (10,4%) y bajo peso (0,8%). La tendencia confirma que los cuadros digestivos y los relacionados con alergias concentran la gran mayoría de las solicitudes.
El Dr. Leandro Desplats, abogado y fundador de la Asociación Leches Medicamentosas, señaló que estos cuadros representan una carga emocional considerable para las familias, que a menudo atraviesan un largo camino de consultas hasta obtener un diagnóstico adecuado. Sin embargo, advirtió que “la situación se agrava cuando, existiendo una indicación médica precisa, no logran acceder a las leches medicamentosas específicas para estos trastornos, por demoras, retaceo o negativas por parte de su obra social o prepaga”.
Recordó además que el acceso a estas fórmulas está garantizado por la Ley Nacional 27.305. “Lo que hacemos desde la organización es ayudar a las familias a lograr que se cumpla su derecho; a que las obras sociales, prepagas o el Estado cumplan lo que establece la ley, ni más ni menos”, agregó.
Si bien en muchos casos el problema se resuelve mediante la presentación de la documentación correspondiente, en otros se llega a instancias legales, lo que genera un desgaste innecesario para todas las partes mientras el bebé continúa sin recibir en tiempo y forma lo que necesita.
La asociación recuerda que la indicación prioritaria para estos cuadros es sostener la lactancia materna. No obstante, cuando por diversos motivos el profesional de la salud prescribe leches medicamentosas, estas constituyen una herramienta terapéutica clave para aliviar síntomas, mejorar la digestión y favorecer un desarrollo saludable. No existe límite de cantidad ni de edad para su cobertura, siempre que exista la indicación médica.
“Recibimos cada vez más consultas de familias que enfrentan demoras o restricciones injustificadas en la entrega de leches medicamentosas. Los financiadores del sistema de salud deben cumplir la normativa vigente, porque de ello dependen la salud y el bienestar de los niños”, remarcó Desplats.
Las familias que enfrenten obstáculos en el acceso pueden comunicarse con la Asociación Leches Medicamentosas, que brinda asesoramiento administrativo y legal. Muchas familias no habrían logrado acceder a la cobertura sin este acompañamiento. Su Instagram es: @leches.medicamentosas.