
La Legislatura provincial dio luz verde a una adenda al convenio con el Consejo Federal de Inversiones (CFI) que inyecta $1.000 millones adicionales para potenciar la producción, el turismo sustentable y las industrias culturales en Tucumán, elevando el monto total a $2.500 millones. Si bien el proyecto contó con el respaldo de la mayoría de los legisladores, la oposición puso la lupa sobre el uso, control y destino de los recursos, exigiendo mayor transparencia y responsabilidad al Ente Tucumán Turismo en su supervisión.
En un debate presidido por Sergio Mansilla, en su rol de presidente subrogante, la sesión legislativa de este jueves reflejó no solo el consenso sobre la necesidad de estos fondos para el cierre del año, sino también las tensiones políticas inherentes a su gestión. La adenda, suscripta el 1 de septiembre pasado entre el gobernador Osvaldo Jaldo y el secretario general del CFI, Ignacio Lamothe, amplía el convenio original firmado el 26 de junio, que inicialmente preveía un aporte de $1.500 millones en tres cuotas de $500 millones cada una. "Con posterioridad a la celebración del referido Convenio 'la Provincia' ha decidido llevar adelante nuevas acciones vinculadas al objeto del convenio, durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del corriente año", justifica el documento oficial, al tiempo que subraya la urgencia de modificar el presupuesto inicial para reforzar iniciativas en diversificación productiva, generación de empleo genuino, aumento de productividad y competitividad. "A tales fines, es necesario modificar tanto el presupuesto estipulado en el Convenio", añade el acuerdo, al destacar la voluntad de ampliar el alcance de las acciones planificadas en un contexto de cierre presupuestario para 2025.

El titular de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Carlos Gallía, abrió el debate defendiendo la adenda como "la prueba tangible de una alianza estratégica que reconoce el potencial de Tucumán". En su alocución, enfatizó el incremento de recursos: "Se incrementó el monto del convenio original en $1.000 millones. Este significativo aporte eleva el monto total del acuerdo a $2.500 millones". Gallía describió estos fondos no como "un simple número, sino una inversión estratégica que se volcará directamente a pilares fundamentales de nuestra economía: la producción de nuestros productores, nuestras economías regionales; el turismo, promoviendo a Tucumán como un destino imperdible, atrayendo visitantes y generando empleo en nuestras comunidades; y la industria cultural para potenciar el talento local y nuestra rica identidad a nivel nacional e internacional". Respecto a la planificación, detalló que "el cronograma de desembolsos detallado en la adenda incluye $500 millones que se realizará a la cuenta corriente del gobierno de la provincia de Tucumán, garantizando la transparencia y la correcta ejecución de los fondos en el ejercicio y presupuesto del corriente año, aclarando que las cuotas, o sea, los $1.000 millones fueron depositados en las cuentas de las provincias". Para Gallía, en síntesis, la adenda "revela que los documentos representan una expansión financiera significativa y estratégica del acuerdo original. Su firma habilita un impulso considerable a la política de desarrollo productivo y cultural de la provincia para el cierre del año 2025".

Desde la oposición, la legisladora Silvia Elías (Valores para Tucumán) anunció su aprobación con matices críticos, al subrayar la "gran oportunidad de dar un salto cualitativo en el turismo sustentable e industria cultural", antes de advertir: "Abrimos la puerta a tener una posibilidad de una nueva etapa de diversificación productiva, generación de empleo local y valoración de nuestra cultura y de nuestra identidad". Sin embargo, Elías condicionó su voto a un mayor control: "Nuestro compromiso, mi compromiso como legisladora, es que esos recursos lleguen a proyectos concretos de impacto medible que beneficien a todos los tucumanos y no queden en el aire como promesa. Voy a apoyar este convenio, pero exigiré al Ejecutivo, a partir de hoy, un programa de destino de fondos e indicadores de cumplimiento". En un tono más punzante, concluyó: "Espero que parte de esos recursos que ya hemos recibido no se hayan evaporado en esta campaña electoral y que estos recursos sean para la cultura, pero no para la cultura electoral".
Francisco Serra, presidente de la Comisión de Turismo, respondió directamente a Elías, defendiendo el diálogo institucional: "Lo que se está viendo en esta Cámara lo hago siempre porque en nuestra comisión siempre está abierta al diálogo, fundamentalmente, pero también al compromiso. Así que esté tranquila que vamos a hacerlo como siempre".
Moción rechazada
Agustín Romano Norri (Movimiento Radical) se sumó al respaldo condicionado: "Vamos a acompañar, pero esperemos que estos fondos no sean como los fondos que se han hecho en una rendición de cuenta la última vez, en los cuales se aprobó que era para gastar en pauta, que era gastos de desayunos y cosas así". Exigió que "sea verdaderamente para favorecer el turismo sustentable y para que a las industrias culturales verdaderamente les llegue este dinero, que no se utilice en gasto corriente". Romano Norri concluyó: "Que quede claro de que acompañamos, pero que el dinero sea para lo que verdaderamente se necesita y que sea en inversiones que le sirvan tanto al turismo sustentable como al cultural en la provincia".
El clímax del debate surgió con la intervención de Walter Berarducci, quien, en sintonía con las preocupaciones opositoras, propuso una moción para agregar un artículo segundo al proyecto: "A los fines de que receptemos las expresiones vertidas de transparentar la recepción de los fondos y la imputación del gasto y agreguemos un artículo dos al proyecto de ley en el cual se solicite al Poder Ejecutivo para que, a través del Ente Tucumán Turismo se rinda cuenta a la Legislatura del fondo recibido, para que no quede manto de duda sobre el manejo de los fondos". Sin embargo, la propuesta no tuvo eco ni acompañamiento de la bancada peronista, lo que desató un intercambio de palabras con su titular, Roque Tobías Álvarez. Ante la escalada de ánimos, Mansilla intervino para apaciguar los espíritus, recordando el compromiso institucional con la transparencia y cerrando el debate con la aprobación por mayoría.
La sanción de la adenda no solo consolida una inyección financiera clave para Tucumán en el tramo final de 2025, sino que también expone las fisuras partidarias en torno al uso de los recursos públicos, en un año marcado por campañas electorales y escrutinios presupuestarios.