“Chiqui” Tapia declaró que gana más de $800 millones por año y asegura que la AFA no le paga nada

Claudio “Chiqui” Tapia informó que percibe más de $ 818 millones anuales en ingresos netos por dos de los tres trabajos que declara: la vicepresidencia segunda de la Conmebol y la presidencia de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse). Por su rol más conocido —presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)— afirma no recibir remuneración.

La difusión de sus ingresos se conoció en paralelo al avance de una investigación judicial contra el financista Ariel Vallejo, con quien Tapia mantiene vínculos estrechos, en una causa por presunto lavado de dinero. La fiscalía profundizó en los movimientos patrimoniales del empresario, lo que reavivó el interés por el propio esquema económico y las fuentes de ingresos del presidente de la AFA.

En julio, Tapia presentó una declaración jurada patrimonial ante Ceamse —firma pública de gestión de residuos controlada por la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires— donde reportó ingresos mensuales superiores a $ 68 millones (unos US$ 45.000 al tipo de cambio actual). De ese monto, alrededor de $ 8 millones provienen de Ceamse, donde afirma dedicar unas 15 horas semanales.

El resto proviene de la Conmebol, su principal fuente de ingresos: declaró que la entidad sudamericana le paga cerca de $ 60 millones al mes, por apenas dos horas de trabajo semanales, lo que equivale a un ingreso de unos $ 7,5 millones por hora.

Además, la Anses registra una relación de dependencia adicional: Tapia figura como empleado de Solbayres, la empresa privada de recolección de residuos de varios barrios porteños. Con ese vínculo, se ubica simultáneamente del lado público y privado en el negocio de la basura. Solbayres pertenece al grupo Impsa, capitalizado por el Estado durante el gobierno de Alberto Fernández y privatizado en la gestión de Javier Milei.

Aunque no figuran ingresos formales, Tapia también firma cheques como presidente del club Barracas Central.

En su declaración jurada, sumó más de $ 200 millones por ingresos extraordinarios: la venta de un vehículo por unos $ 44 millones, alrededor de $ 30 millones en viáticos pagados por la AFA y $ 130 millones en intereses y diferencias de cambio.

Este último punto llama la atención porque, en el mismo documento, asegura no poseer dinero en efectivo, ni cuentas bancarias, ni inversiones, ni títulos propios o del grupo familiar.

En bienes inmuebles, Tapia declara siete propiedades, todas gananciales y al 100% de su titularidad. La más relevante es una casa en Beccar valuada en más de US$ 15,7 millones, además de viviendas y terrenos en Buenos Aires, San Juan y la zona de Río Luján. También registra dos automotores valuados en $ 22 millones y $ 5 millones. Todo un emprendedor.

Tapia cierra su presentación afirmando bajo juramento que no oculta bienes ni datos relevantes y que conoce las obligaciones que impone la normativa sobre enriquecimiento ilícito.

Con información de La Nación